Japón se enfrentará una escasez energética este verano debido al aumento de la demanda mientras que la capacidad nuclear, que suponía el 29% de la generación de electricidad antes del desastre de Fukushima, sigue paralizada. La decisión del gobierno central de permitir la puesta en marcha de algunos reactores podría marcar la dirección de la futura política sobre energía nuclear japonesa, con una gran parte de la población en contra de la revocación de la prohibición y los operadores nucleares (muchos de ellos relacionados con el gobierno) esperando un cambio. Las importaciones de carbón para centrales térmicas y de gas natural licuado suelen aumentar un 9% con respecto a la media anual durante el verano, y dichas importaciones podrían superar dichos niveles este verano, ejerciendo una presión al alza sobre los precios del gas natural licuado asiático y del carbón para centrales térmicas.
Por Gary Clark.