El déficit comercial de bienes y servicios del Reino Unido se redujo hasta 1.100 millones de libras en diciembre, con respecto a los 2.800 millones de libras en noviembre y la cifra máxima de 4.300 millones de libras en septiembre. Esta bajada vino provocada en gran medida por un descenso del 3,6% en las importaciones, mientras que las exportaciones experimentaron una bajada del 0,4%. En lo que respecta al futuro, algunos de los riesgos a la baja para las exportaciones son la grave recesión en la Eurozona, que absorbe cerca del 50% de las exportaciones del Reino Unido, y el incumplimiento de los pagos por parte de Grecia y su posterior salida de la Eurozona, lo que afectaría a la competitividad del Reino Unido a través de la apreciación de la libra esterlina. La depreciación de la libra esterlina no dio lugar una reorientación significativa del gasto, reflejando tal vez la limitada capacidad del país para producir sustitutos de las importaciones. No obstante, el debilitamiento de la demanda debería provocar una mayor reducción del déficit en 2012.