La escasez de gas en Europa durante la ola fría del mes de febrero pone de manifiesto la vulnerabilidad de región ante el abastecimiento de gas. Los países europeos acusan a la compañía rusa Gazprom de restringir el abastecimiento para satisfacer a su propio mercado interior, mientras que el gigante del gas ruso afirma que ha cumplido con sus contratos, pero que la demanda europea es demasiado elevada. Los suministros a Alemania se han reducido hasta en una tercera parte, y otros países afectados por graves trastornos son Italia (24%), Austria (30%) y Polonia (8%). Eslovaquia, Hungría, Bulgaria, Rumanía y Grecia también han visto reducido sus flujos de abastecimiento.