El fortalecimiento de la economía y el consiguiente incremento de la demanda de combustible han sido señalados como los culpables de que los precios de venta al público de la gasolina alcanzasen su nivel récord en enero. En realidad, lo que provoca la presión al alza es la falta de capacidad de refinado. El desplome de los márgenes de refinado a finales de 2011 y en 2012 ha provocado el cierre de refinerías tanto en EE.UU. como en el extranjero. La subida del precio de la gasolina es un fenómeno reciente, puesto de manifiesto por el descenso en la cantidad neta de gasolina para motores entre noviembre de 2011 y enero de 2012, mientras que las subidas de los precios del petróleo crudo han sido evidentes desde el tercer trimestre de 2011, si no antes, debido a la escasez de oferta extranjera y a las tensiones geopolíticas.
Por Shelley Goldberg.