Las medidas de austeridad decretadas por el FMI se cobraron otra víctima política en Europa el pasado 6 de febrero, cuando el primer ministro rumano Emil Boc presentó su dimisión tras semanas de protestas. En medio de una lenta recuperación, el programa de reformas estructurales del gobierno está basado en el acuerdo de préstamo precautorio a 24 meses del FMI por valor de 3.600 millones de euros, el cual sustituyó al vencido programa standby por valor de 20.000 millones de euros en abril de 2011. En lo que respecta al futuro, es probable que las elecciones parlamentarias del noviembre otorguen el control del parlamento a la coalición USL. Aunque una alianza de izquierdas implicaría la existencia de un riesgo de desviación fiscal y de marcha atrás en las reformas, por ejemplo la derogación de la subida de la tasa del IVA, creemos que el programa de préstamo del FMI seguirá determinando el rumbo político del país.
