Salidas de capital especulativo, presión para la depreciación del yuan chino y débil crecimiento de los depósitos: el cuarto trimestre de 2011 ha sido uno de los periodos más extraños de los que se tiene constancia para las condiciones monetarias en China. A modo de respuesta, es posible que el Banco Popular de China (PBoC) recorte el coeficiente de reservas obligatorias a muy corto plazo, en función de las condiciones de liquidez, aunque después mantendrá dicho coeficiente invariable. Existen motivos para creer que el flujo de capital especulativo ya se ha invertido, y el PBoC no necesitará estimular el crecimiento del crédito a través del coeficiente de reservas obligatorias. En lugar de ello, la inminente desaceleración de la inversión en propiedades inmobiliarias residenciales obligará a los responsables políticos a recortar los tipos de interés con el fin de suprimir los beneficios reales esperados por depósitos bancarios.
Por Adam Wolfe