La UE planea introducir un embargo petrolífero contra Irán a causa de sus amenazas de interrumpir el transporte de petróleo a través del Estrecho de Ormuz, el cual podría hacerse efectivo ya en febrero, lo que mantendría a flote los precios del crudo a medida que aumentase la tensión. Creemos que es poco probable que Irán llegue a perturbar los flujos de petróleo, aunque ese hecho tendría una gran repercusión. Un embargo petrolífero de la UE contra Irán contribuiría a aumentar la escasez en el mercado de petróleo a corto plazo, aunque gran parte de esta escasez se podría compensar por medio de un oportuno incremento de la producción saudí. Se espera que el aumento de la producción libia alivie la presión sobre la capacidad disponible del reino.