François Hollande será el candidato del Partido Socialista para las elecciones presidenciales francesas de abril de 2012, en las cuales el presidente Nicolas Sarkozy afronta una batalla cuesta arriba. La ralentización del alza de la economía francesa, la obstinadamente alta tasa de desempleo y la actual inclinación de los votantes de toda la zona euro de castigar a los líderes políticos en ejercicio, sugieren que las esperanzas de reelección de Sarkozy se reducen.