Tras la rebaja de la calificación de la deuda de EEUU a principios de agosto, un revés pronunciado en las anteriores tendencias de apreciación se ha dejado ver en casi todas las monedas de Latinoamérica. Que el cambio indique una variación en las estrategias de los bancos centrales es debatible. Las autoridades monetarias de México, Chile, Colombia y Brasil han expresado opiniones distintas sobre la depreciación. Esperamos que la volatilidad continúe en los mercados de divisas a medida que los episodios con y sin riesgo se alternen en línea con los cambios de parecer sobre el estancamiento del crecimiento estadounidense y la crisis de la deuda en la Eurozona. Los bancos centrales y gobiernos de Latinoamérica trabajarán para prevenir la desalineación y volatilidad bruscas de la moneda.