El discurso de la reunión de primavera del FMI celebrada en Washington, D.C., careció de la habitual chispa, habida cuenta de la desalentadora realidad: el malestar económico y sus facetas fiscales han cobrado un nuevo enfoque a la vista de la rebaja de la perspectiva de calificación de Estados Unidos por S&P.
Por Nouriel Roubini y Arnab Das.