Las telecos ven que su crecimiento se ralentiza, de modo que buscan nuevas maneras de rentabilizar Internet. Una forma consiste en ser un proveedor no neutral, es decir, cobrar a las compañías que ofrecen servicios por ir más rápidas sobre sus infraestructuras. Pero los reguladores podrían prohibir este modelo. La otra receta estriba en el cobro por el consumo que se haga de la Red, al igual que sucede con la electricidad. Esto sería aceptable si también se rebajase el coste para los que menos descargan. Sin embargo, no parece que vaya a ocurrir eso. Las telecos avisan que la saturación de las infraestructuras precisa mayores tarifas. Pero quizá deba plantearse como solución mayores inversiones y que busquen nuevos ingresos mediante más contenidos y ofertas de interés.