
España debe pagar el 3 por ciento de los 50.000 millones de dólares anuales que les costará a los países en subdesarrollo adaptarse a los efectos del cambio climático, porque, según un informe de Intermon Oxfam titulado Adaptarse al Cambio Climático, esa cantidad (817 millones de euros), es la cota de responsabilidad que nos toca afrontar como quinto país más contaminante de la Unión Europea.
El estudio, que será el eje de las demandas de Oxfam Internacional en la Cumbre del G-8, exige a los países ricos que actúen con urgencia en dos sentidos: por un lado les pide que "dejen de hacer daño", reduciendo sus emisiones de CO2; y, por otro, que contribuyan a paliar los efectos de lo que han desencadenado, explicó ayer el coordinador de Investigación de Intermon Oxfam en España, Gonzalo Fanjul.
Para el Banco Mundial, los países pobres necesitarán entre 10.000 y 40.000 millones de dólares cada año para hacer frente a las consecuencias del cambio climático, una cifra que Intermon eleva a "no menos de 50.000 millones".
Estos fondos deberán ser abonados por los países ricos en un reparto que Intermon Oxfam basa en cuatro principios: responsabilidad (paga más quien más ha contaminado desde 1992), capacidad de pago (que se estima según el índice de desarrollo humano de la ONU), equidad y simplicidad. En defininitva, compensar a las naciones menos desarrolladas.