
TELEFONICA
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La polémica vende. Esta sencilla pero eficaz fórmula la aplican los formatos de tele-realidad desde tiempos inmemoriales y siempre funciona. Como no podía ser menos, la productora holandesa Endemol debe el resurgir de su casi momificado formato, Gran Hermano, a una polémica. Y de las gordas.
Una actriz de Bollywood, Shilpa Shetty, sufrió duros comentarios racistas por parte de algunos de sus compañeros en Celebrity Big Brother, la versión VIP británica. El tema ha causado tanto revuelo entre los televidentes que ha llegado hasta las altas esferas, poniendo entre la espada y la pared a dos de las figuras políticas más importantes del país: Tony Blair y Gordon Brown.
Tanto el primer ministro - que confesó que no veía el programa - en la Cámara de los Comunes el pasado 17 de enero, como el ministro de Finanzas durante su reciente viaje a India, tuvieron que admitir el desafortunado suceso y condenar el racismo tras ser interrogados por ello, el primero en una sesión parlamentaria y el segundo, durante una rueda de prensa.
Tabla de salvación
Los directivos de Channel 4, cadena donde se emite el programa, también han tenido que hacer un acto de contrición y condenar los ataques racistas sufridos por la actriz india. Sobre todo después de que su principal patrocinador, Warehouse Carphone, pusiera fin al contrato millonario –unos tres millones de libras- que le unía al programa desde hacía cuatro años.
Sin embargo, en Channel 4 todos están contentos: en palabras de Kenvin Lygo, uno de sus directivos, se han salvado de tener en la parrilla "uno de los programas más aburridos de la historia de la cadena". Es más, las audiencias han subido como la espuma desde que se desató la polémica, llegando a los 5,7 millones de espectadores, un 60% más que cuando comenzó a emitirse.
Bueno para todos
También en Endemol están contentos, o al menos eso sugiere el New York Times en un artículo publicado a principios de semana en el que afirma que la reactivación del programa estrella de la productora podría revalorizar a la empresa. También lo sugieren los analistas. Bob Wootton, de la asociación de anunciantes británicos ISBA, afirma que, a pesar de las críticas, el escándalo “beneficiará” a las compañías que se han visto salpicadas por él - la cadena, la productora, los anunciantes... -.
Si efectivamente esto ocurre, le podría venir muy bien a Telefónica (TEF.MC). La empresa española, que compró la filial televisiva por 5.500 millones de euros en el 2000, lleva años pensando en deshacerse del 75% que posee de la productora y el desenlace podría tener lugar antes de finalice este año.
Telefónica
Aunque las acciones de Endemol han dado un importante tirón en bolsa en las últimas semanas, Miguel Angel Garzón, director de Comunicación Internacional y Financiera de Telefónica, declaró para elEconomista.es que no cree que la controversia surgida en Reino Unido haya podido influir ni en el comportamiento del mercado ni en la posible operación. Garzón apunta, más bien, a los múltiples rumores y desmentidos que han ido apareciendo en torno a posibles compradores – Disney, News Corporation o el propio John de Mol-.
Sea como sea, hace días que los valores de Endemol se han disparado. Desde finales de diciembre el precio ha aumentado el 125%, desde los 9 euros por los que salió a bolsa 2005, hasta los 20,27 euros a los que ha llegado hoy. Sin duda éste será uno de los aspectos esenciales de las negociaciones.