Energía

Bruselas quiere acelerar la instalación de redes y almacenamientos tras el apagón

  • Propone a los estados crear zonas especiales para recortar un 70% el tiempo de tramitación
  • La Comisión recuerda que hay proyectos que tardaban más de una década
  • Francia, Alemania, Italia y Portugal son modelos de planificación para la Unión Europea
Dan Jorgensen, comisario de Energía, con la comisaria de Transición Limpia, Teresa Ribera

La Comisión Europea ha dado un paso decisivo para agilizar la integración de energías renovables con la publicación de una guía destinada a los Estados miembros para la designación de zonas específicas de red y almacenamiento energético.

Este documento, enmarcado en el artículo 15e de la Directiva de Energías Renovables revisada, permitirá acortar los procedimientos de autorización para estas infraestructuras clave, quizá aún más tras el apagón del 28 de abril.

La guía establece un marco común para que los gobiernos puedan identificar áreas geográficas donde desarrollar líneas eléctricas, estaciones de transformación o sistemas de almacenamiento -como baterías o bombeo hidroeléctrico- sin necesidad de realizar evaluaciones de impacto ambiental completas, siempre que se demuestre que no existen impactos significativos o que estos pueden ser mitigados o compensados.

"Estamos ante un cuello de botella crítico. Si queremos cumplir con los objetivos climáticos para 2030, necesitamos desplegar hasta 100 GW de capacidad renovable adicional cada año, y eso solo es posible si también modernizamos y expandimos nuestras redes y sistemas de almacenamiento", señala la Comisión en el documento.

Entre las recomendaciones clave, Bruselas insta a los Estados miembros a priorizar las zonas con alta concentración de generación renovable, cuellos de botella en la red o necesidades de electrificación industrial. También sugiere evitar áreas de alto valor ecológico -como espacios Natura 2000- salvo que no existan alternativas razonables. La planificación debe estar alineada con los planes nacionales de desarrollo de red, planificación marítima y evaluación de necesidades de flexibilidad.

Además, se insiste en una participación pública temprana para evitar bloqueos administrativos y sociales. Herramientas digitales, como mapas interactivos, portales de datos ambientales o los sistemas de tramitación electrónica, tendrán un papel fundamental en la implementación de estas zonas.

Algunos países ya están avanzando. Francia, Alemania, Italia, Lituania y Portugal son ejemplos por sus modelos de planificación integrada y uso de tecnología para facilitar el despliegue de redes. En el caso de Portugal, el laboratorio LNEG ha desarrollado un geoportal para identificar zonas con baja sensibilidad ambiental donde agilizar permisos para solar y eólicas.

Esta iniciativa forma parte del Plan de Acción para las Redes Eléctricas de la UE, adoptado en noviembre de 2023, que reconoce que sin redes no habrá transición energética. El texto recuerda que hasta ahora, la tramitación de algunos proyectos podía alargarse más de una década. Con las nuevas zonas prioritarias, la Comisión espera reducir estos plazos hasta en un 70%, acelerando así la conexión de renovables.

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