
La sostenibilidad en las empresas españolas se ha convertido en el eje central para la estrategia de negocio. El objetivo principal de ellas: cumplir con las exigencias legales y evitar multas administrativas. Además, mantener la reputación de su marca ante las exigencias legales también se ha convertido en uno de los puntos principales para su estrategia. Es una de las principales conclusiones de Estudio pymes europeas 2024: examinando el panorama empresarial, elaborado por Qonto.
Para el 47% de las pequeñas y medianas empresas españolas, las exigencias legales son el principal motivo que las motiva a tomar medidas sostenibles, siendo las únicas de los países analizados (Alemania, Francia, Italia y Reino Unido) que lo valoran como una de las tres primeras opciones.
A pesar de ello, el 35% también apuestan por estas medidas porque se alinean con los valores y misión de la empresas; y el mismo porcentaje lo hace para que su marca goce de una buena reputación.
Además, muchas de las pymes en España también buscan minimizar su impacto medioambiental, generar un cambio positivo en sus comunidades y sectores, mantener la competitividad y, sobre todo, responder a unos estándares globales que son cada vez más estrictos. Aunque es un porcentaje más reducido las que destacan estos motivos.

Las prioridades de Europa no son las de España
Poniendo en común los resultados a nivel europeo (analizando las pymes de España, Italia, Reino Unido, Alemania y Francia), el 43% de ellas tienen el objetivo de reducir la huella de carbono para alinearse con los valores y la misión de la empresa -este motivo no se encuentra en el top 3 de las españolas-.
Para el 36% es fundamental cumplir con los requisitos que marcan las autoridades para no hacer frente a sanciones que mermen la reputación que su marca ha creado tras muchos años de trabajo y, relacionado con ello, el 33% lo hace por la conciencia de costes a los que tendrían que enfrentarse si debido al incumplimiento normativo acarrean una multa.
La que es la primera opción para las pequeñas y medianas empresas españolas, tan solo es elegida por el 28% del total de las pymes analizadas. Los requisitos legales no son ninguna prioridad para Alemania, Reino Unido, Francia o Italia, ni siquiera se encuentra entre una de sus tres primeras opciones
De los resultados finales, hay algunas variaciones entre los diferentes mercados, sectores y tamaño de las empresas. Y es que, la conciencia de costes es más importante para las empresas de entre 2 y 49 empleados, mientras que las medidas de reducción de carbono de las grandes empresas suele estar impulsada para alinearse con los valores de la empresa o reforzar la reputación de la marca.
Las mas comprometidas, las que más facturan
Esto se debe a que las grandes empresas cuentan con más recursos económicos y no tienen el foco en los costes que conlleva cumplir con las exigencias normativas en lo que a la reducción de la huella de carbono respecta, pero sí lo hacen por posicionarse de mejor manera en el mercado, ya sea nacional o internacional.
Por sectores de actividades, los dedicados a los medios de comunicación, márketing, publicidad y relaciones públicas son los más impulsados por la alineación de valores, mientras que las inmobiliarias son las más motivadas por cumplir con los requisitos legales. Por otro lado, el sector de la construcción tiene el objetivo de reducir su huella de carbono por la existencia de subvenciones estatales para las medidas de reducción de las emisiones de carbono.
Las empresas con una facturación mayor a los 100 millones de euros son las que ven más importante reducir la huella de carbono (15%), seguida de las que cuentan con beneficios anuales de entre 10 y 100 millones (12%).
En tercer lugar se encuentran las que facturan menos de 100.000 euros al año. A pesar de ser las que cuentan con menos recursos para adaptarse a cumplir con las normativas medioambientales, este colectivo de empresas se encuentra por encima de las que facturan entre 100.000 euros y 10 millones.
Es fundamental para las pequeñas y medianas empresas detectar los ámbitos en los que deben incidir para reducir la huella de carbono e implicar a sus trabajadores, que son quienes tiene que aplicar las medidas que la compañía decida.
El principal ámbito en el que se debe incidir, y que es seleccionado por el 51% de las pequeñas y las medianas empresas es en el consumo de energía, seguido de la reducción de resíduos en las operaciones (33%).
Un 55% de los empresarios y trabajadores encuestados pone el foco en la selección de los proveedores, aunque la orientación se divide en los que creen que se debe seleccionar a los proveedores más sostenibles (32%) y entre los que creen que deben poner especial ímpetu en modificar el compromiso medioambiental de los actuales proveedores (23%). Además, un 25% abogan por el teletrabajo al señalar que se debe reducir el impacto en los desplazamientos de la plantilla de la empresa del trabajo a casa, y viceversa.

España se encuentra por encima de la media de Europa en lo que a participación de sus empleados respecta. Con un 56%, sus trabajadores se encuentran bastante implicados con las medidas que se están tomando para reducir la huella de carbono, frente al 40% de la media de los países seleccionados.
Además, en Europa hay un 8% de trabajadores que no participan en estas tareas, frente a un 6% que hay en España. Por último, de los que participan ligeramente, en España son un 38% y en Europa un 52%.
En Reino Unido, la proporción de empleados no implicados ascendió al 15 %, y solo el 36 % se describió como muy implicado, siendo el país que cuenta con la menor participación por parte de sus trabajadores en materia de sostenibilidad.
Por su parte, Francia es el que tiene a menos no implicados, tan solo un 3 %, pero también es el segundo menor de los muy implicados (33 %), solamente por delante de Italia (30%) mientras que una gran mayoría (63 %) se describió como algo implicados. Así, España se posiciona como el país que más importancia da a sus empleados para reducir su huella de carbono (de los cinco seleccionados).
Empresas que no toman medidas
De las empresas que no tienen previsto reducir la huella de carbono, el 33% alega que no es una prioridad en la empresa porque no cree que sea lo suficientemente significativa a nivel global, mientras que el 21% alegó que no conoce los beneficios que les puede acarrear a la empresa tomar estas medidas.
Además, el 20% puso de manifiesto que no lo hacía por la ausencia de una normativa que les obligue a actuar (se puede explicar por el reducido tamaño de su empresa).Además, el coste de adoptar medidas de este tipo tiene una alta preocupación en las pequeñas y medianas empresas procedentes de Reino Unido (un 24% lo alegó frente al 19% de media de los países seleccionados).
Cabe destacar que las empresas italianas son las más comprometidas con la reducción de su huella de carbono, ya que el 87 % de los encuestados afirman que tienen previsto adoptar o continuar adoptando medidas de reducción de las emisiones de carbono en el futuro, mientras que solo el 13 % no tiene intención de tomar ninguna medida.