
Almirall da por enterrada su grave crisis de ventas en EEUU, que el año pasado le llevó a registrar unas pérdidas superiores a los 300 millones de euros, para una empresa de 755 millones de ingresos.
El batacazo de 2017 acabó costándole el puesto al consejero delegado, el español Eduardo Sanchiz -ahora en CaixaBank- y propició la llegada del belga Peter Guenter, un alto ejecutivo de la multinacional farmacéutica francesa Sanofi, por el que los hermanos Gallardo, dueños del laboratorio, abonaron 2,14 millones solo en concepto de"incentivo de contratación" para poder ficharlo.
Un año después de la operación, parece que Jorge y Antonio Gallardo acertaron con el desembolso. Almirall ha vuelto a dar beneficios en 2018 (77 millones de beneficio neto), los ingresos han vuelto a subir (un 7,3 por ciento) y la crisis de ventas en EEUU parece al fin taponada (los números han crecido un 25 por ciento). La rentabilidad también parece enfocada, como muestra el aumento de un 47 por ciento del ebitda, situándose en 209,5 millones de euros.
Con estos números, el laboratorio ahora centrado en la dermatología -psoriasis y acné principalmente-, espera para este año un crecimiento algo superior al 10 por ciento, lo que situaría su ebitda entre los 290 y los 300 millones. Además, en la junta general de accionistas, que se celebrará el próximo 8 de mayo, el consejo de administración propondrá un dividendo de 0,203 euros por acción, lo que supone un incremento del 7 por ciento con respecto a 2017.
Productos de Allergan
La compañía empieza ahora a ver las virtudes de su plan trazado hace dos años para reinventarse en un laboratorio especializado en el negocio de la dermatología, tras la venta de su negocio respiratorio a AstraZeneca por 1.500 millones. Para ello, su mayor apuesta inversora fue la adquisición de un paquete de productos de dermatología médica a la estadounidense Allergan, por el que pagó 560 millones de euros. La firma tiene grandes esperanzas puestas en ese negocio dermatológico, con tres productos estrella. Skilarence e Ilumetri para la psoriasis, que ya han empezado su comercialización en la UE y con los que Almirall espera un pico de ventas netas de 250 millones de euros; y Seysara, para el acné, producto de la cartera de Allergan que acaba de ser lanzado en el mercado de EEUU y estima un pico de ventas de entre 150 y 200 millones de dólares.