
"El 27,8% del gasto global derivado del abordaje de los pacientes hematológicos se refiere al uso de medicamentos", ha apuntado Jorge Sierra, presidente de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) y jefe del Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (Barcelona), durante su intervención en la III Jornada de Periodistas "Avanzando en el cuidado del paciente hematológico", organizada por la SEHH y la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS), con el apoyo de Vifor Pharma, Abbvie, Takeda, Celgene, Novartis y Roche. Bajo el lema "Cronicidad en Hematología", la jornada tiene por objetivo difundir los más recientes avances de la especialidad a la población y generar un foro de debate entre profesionales sanitarios (principalmente hematólogos), pacientes y periodistas.
"El cuidado hematológico es caro, cercano a los 23.000 millones de euros en Europa", afirma este experto. Según datos de 2012, el cáncer de la sangre (o hematológico) cuesta 12.000 millones de euros, lo que representa el 8% del coste total del cáncer en esta región y supone el segundo tipo de cáncer más costoso (por detrás únicamente del cáncer de mama). Por su parte, las enfermedades hematológicas no malignas cuestan 11.000 millones de euros, según el mismo estudio.
Por otro lado, "la hematología ha sido pionera en el descubrimiento y aplicación de la medicina genómica y personalizada, así como en el desarrollo de la inmunoterapia", explica Sierra. Todo esto "se ha traducido en avances espectaculares en el pronóstico de los pacientes con cáncer hematológico, no vistos en ninguna otra especialidad". Así, por ejemplo, hoy en día se curan el 90% de las leucemias linfoblásticas agudas (LLA), el 85% de los linfomas de Hodgkin y el 90% de las leucemias promielocíticas agudas (LPA). También se ha conseguido cronificar la leucemia mieloide crónica (LMC) en el 85% de los casos y se ha mejorado en 5-7 años la supervivencia de los pacientes con mieloma múltiple. "En todo este conglomerado, hay cánceres hematológicos que se tratan (y curan) sin necesidad de quimioterapia, y serán muchos más en un futuro no muy lejano", afirma.
Lo que está por venir en hematología
En el abordaje del cáncer de la sangre se está pasando del tratamiento tradicional con agentes quimioterápicos a las terapias dirigidas. Según explica José Tomás Navarro, secretario general de la SEHH y hematólogo del Instituto Catalán de Oncología (ICO)-Hospital Germans Trias i Pujol, de Badalona (Barcelona), "en algunas enfermedades malignas hematológicas se han identificado mutaciones de genes como principales causantes de las mismas". Una consecuencia de esto ha sido "el desarrollo de medicamentos que actúan selectivamente contra estas dianas, lográndose grandes éxitos en algunos casos, como en la leucemia mieloide crónica (LMC)", destaca. Estas moléculas actúan como inhibidores de los genes o de las proteínas que estos codifican, o son anticuerpos monoclonales que se unen selectivamente a las células tumorales, provocando su muerte. "En este último caso nos referimos a la inmunoterapia, que ha dado un paso de gigante de la mano de los hematólogos gracias a la revolucionaria terapia CAR (Chimeric Antigen Receptor), que modifica genéticamente las células inmunes del propio paciente (linfocitos T en el caso de la terapia CAR-T) para que expresen receptores que se unan a las células tumorales, proliferen y las destruyan". Precisamente, el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS) acaba de aprobar el Plan Nacional de Terapia Celular, que contempla la incorporación de tres de estas terapias en España.