El fármaco Adiro, una aspirina de baja dosis muy utilizada para controlar el riesgo de trombos, es desde hace semanas el medicamento más buscado en las farmacias españolas. La razón es que el laboratorio alemán Bayer, dueño del producto, arrastra un problema de producción en su fabricación en la planta de Leverkusen, lo que ha provocado que desde el mes de abril el producto se encuentre en nuestro país en situación oficial de desabastecimiento. El laboratorio alemán ya ha informado al Ministerio de Sanidad de esta situación y le ha trasladado que al menos hasta principios de agosto el desabastecimiento de Adiro seguirá sin poder solucionarse.
Desde Sanidad tranquilizan a los usuarios ya que hay otras versiones genéricas del producto que sí están disponibles y además muchas farmacias tenían bastante stock del producto dada su alta demanda. El Adiro apenas cuesta 1,45 euros la caja y es necesaria una receta para su venta. La información oficial de Ministerio de Sanidad recoge que el fármaco tiene problemas de suministro desde el 27 de abril y tiene previsto la finalización del desabastecimiento el 3 de agosto.
Según los últimos datos aportados por los Colegios Oficiales de Farmacéuticos, actualmente hasta en 13 provincias o regiones hay un problema grave de suministro del producto en todas sus farmacias. Se trata de Ávila, Burgos, Cáceres, León, Asturias, Palencia, Cantabria, Segovia, Soria, Teruel, Valladolid, Zamora y Zaragoza. Además, casi en la totalidad del país, 48 provincias, hay farmacias que han comunicado falta de existencias de esta aspirina. En total, según los datos del Consejo General de Colegios Farmacéuticos, a fecha de 10 de junio había un total de 1.660 farmacias que habían comunicado los problemas de existencias con el medicamento.

Disculpas del laboratorio
A preguntas de elEconomista, la filial en España de Bayer asegura que las razones del retraso en la producción de Adiro "son las actividades continuas de reforma y modernización que se están llevando a cabo en nuestra planta de Leverkusen". Según las explicaciones del laboratorio alemán, la reducción de la capacidad de fabricación resultante de esta situación "está conduciendo a bajos inventarios y situaciones de desabastecimiento, lo cual lamentamos profundamente", afirma en una nota enviada a este medio.
La filial de Bayer destaca que ha mantenido puntualmente informada a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, "y así se seguirá haciendo hasta la completa normalización del suministro", añade. Por último, el comunicado del laboratorio ofrece sus disculpas a los usuarios. "Bayer se disculpa sinceramente por cualquier inconveniente que este problema de producción pueda haber causado y está haciendo todos los esfuerzos posibles para restablecer el suministro regular de los productos afectados y se compromete a mantener el período de desabastecimiento lo más corto posible", finaliza la filial de Bayer en España.
Segundo más vendido
El medicamento Adiro, de Bayer, fue el año pasado el segundo medicamento más vendido en las farmacias españolas, solo por detrás del Nolotil. Hasta 17 millones de cajas se dispensaron en las farmacias españolas el año pasado de este producto, que cuenta con dos versiones con dosis de 100 mg o de 300 mg de ácido acetilsalicílico, a diferencia de su hermana mayor la Aspirina, que lleva una dosis de 500 mg. De hecho, aunque en España el nombre comercial es Adiro, en el resto del mundo Bayer vende este producto con la denominación de Aspirin Cardio.
En el año 2017, la multinacional alemana obtuvo unos ingresos de 581 millones de euros por las ventas de Adiro en todo el mundo, lo que supuso hasta un 8% más que los 538 millones facturados un año antes.
Una inspección, origen del problema
Los problemas de producción en la fábrica de Bayer en Leverkusen que ha provocado la falta de desabastecimiento en España de Adiro parten de una inspección en la planta alemana realizada en 2017 por las autoridades sanitarias de EEUU en la que se encontraron deficiencias en los procesos de fabricación. En concreto, la FDA (la agencia regulatoria del medicamento en EEUU) examinó a fondo la fábrica entre el 17 y el 20 de enero del pasado año, ya que varios de los fármacos que se producen en ella se exportan luego a este país.
Tras finalizar esta inspección, la FDA envió una carta el 14 de noviembre al consejero delegado de Bayer, Werner Baumann, en el que le informaba de las deficiencias encontradas y le instaba a subsanarlas para poder seguir exportando a los EEUU. Entre estas deficiencias, los técnicos de la FDA destacaron que la compañía "no estableció ni siguió procedimientos escritos adecuados para la limpieza y el mantenimiento del equipo". Por este motivo, las autoridades sanitarias de EEUU pidieron a Bayer un exhaustivo "plan integral para evaluar los procedimientos, prácticas y validaciones de limpieza".
Tras recibir estas advertencias de la FDA, el laboratorio alemán informó que los cambios que debía llevar a cabo afectarían durante 2018 tanto a las actividades de producción como a las propias ventas.