Sanidad

La sanidad privada acusa a las clínicas religiosas de competencia desleal

  • El grupo Hospitales Católicos de Madrid ya suma nueve centros y 2.000 camas
Hospital San Rafael en Madrid, de la Orden San Juan de Dios. Imagen de Marcos Rebollo

Varias compañías hospitalarias privadas están mostrando estos días su malestar con los centros sanitarios de órdenes religiosas por lo que consideran una clara competencia desleal de estas últimas en el mercado sanitario.

Hay que recordar que los hospitales de la Iglesia están considerados como entidades sin ánimo de lucro y por tanto se benefician de ventajas fiscales, como la exención del IBI, entre otros. Pero la gota que ha colmado el vaso de estos grupos ha sido el contrato de 2015 para cubrir la asistencia del seguro de salud de los funcionarios del Estado, el llamado convenio de Muface.

Los hospitales de las órdenes religiosas han sido los grandes beneficiados en el contrato de este año al dejar las aseguradoras sanitarias de este modelo, Adeslas, Asisa y DKV Seguros, la mayoría de los convenios que mantenían con varios de los grupos hospitalarios más importantes del sector, como Quirón, Ruber o HM Hospitales. Las aseguradoras justificaron este cambio en la escasa financiación que reciben cada año de Hacienda por cada uno de estos asegurados, lo que les ha hecho buscar centros sanitarios que ofrecieran mejores precios para dar esta asistencia. Y ahí es donde aparecieron este año los hospitales religiosos, con unos precios muy ventajosos.

Competencia desleal

"Me parece claramente un caso de competencia desleal", asegura sin ambages Juan Abarca, director general de HM Hospitales. "Yo puedo competir con Quirón para estos convenios con las aseguradoras, pero a lo mejor con quien no puedo competir es con las órdenes religiosas, con ellos no puedo competir porque no pagan impuestos. Tienen ventajas y disponen una serie de condiciones fiscales que les permite ofrecer precios menores", reitera Abarca, para el que los conciertos con las aseguradoras de Muface pueden representar casi un 15% de su facturación anual. "Esta situación nos puede hacer daño a mí y a todo el sector porque todo el mundo sabe que necesitamos unos gastos mínimos para dar una asistencia de calidad".

El director general de hospitales como HM Sanchinarro, Montepríncipe o la Clínica Belén en Madrid, no pone en duda, eso sí, la calidad del servicio en los centros de órdenes religiosas. "El funcionario con este seguro no tiene que preocuparse porque los servicios se ajustan a convenio. Las prestaciones no se pueden reducir y son las mismas que en la Seguridad Social. Y es obvio que la calidad asistencial no se tiene porqué resentir. Y si un grupo determinado es capaz de dar una serie de servicios a un precio mucho más bajo y con la misma calidad pues sólo es posible porque se pueden permitir ofertar unos precios mucho más baratos de lo que el mercado recomienda", afirma.

Agrupados en Madrid

Hay que recordar además que buena parte de las clínicas de órdenes religiosas en Madrid se constituyeron como grupo el pasado año. Hospitales como La Milagrosa o el Hospital San Rafael forman parte ahora del grupo denominado Hospitales Católicos de Madrid (HCM), constituido en el mes de julio de 2014. Son ya nueve hospitales en total, con capacidad para negociar precios conjuntamente.

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