
La eficacia de las vacunas frente a Covid-19 también podría alcanzar a las personas diagnosticadas con covid persistente, un síndrome que se caracteriza por el mantenimiento de síntomas de Covid-19 semanas o meses después de la infección inicial, o por la aparición de los síntomas tras un tiempo sin ellos.
Los efectos de las vacunas sobre el covid persistente
La Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) junto con los colectivos autonómicos LONG COVID ACTS comenzaron a realizar a finales del mes de marzo encuestas a personas con covid persistente que se habían vacunado. El objetivo era recopilar información que permita generar conocimiento sobre los efectos de la vacunación en aquellas personas que tenían covid persistente cuando se vacunaron.
Los resultados de este estudio todavía no se han hecho públicos. Sin embargo, Lorenzo Armenteros, portavoz de la SEMG, ha compartido con el portal Teknautas que están notando que las vacunas están siendo eficaces en el cese de los síntomas del covid persistente. "Algunos llevaban meses de baja laboral y, tras la vacuna, especialmente después de la segunda dosis, han recuperado su vida normal", explicó el portavoz al medio. Esta mejora también se ha apreciado en otros países como Estados Unidos o Reino Unido.
Por qué se produce el covid persistente
El Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CDC) explica en este documento sobre la enfermedad del Covid-19 que se desconoce la base fisiopatológica de este síndrome. No obstante, apunta que se barajan tres teorías:
1. La persistencia del virus en reservorios como el epitelio del intestino delgado desde donde continuaría activo
2. Por la presencia de una respuesta inmune aberrante desregulada por exceso
3. Daño producido por el efecto de la autoinmunidad
Qué síntomas tiene el covid persistente
Los síntomas y signos del Covid persistente son numerosos y variados, lo que añade complejidad al síndrome en cuanto a su diagnóstico y su requerimiento de atención sanitaria de carácter multidisciplinar.
Sin embargo, se ha establecido un cuadro clínico que apunta la presentación intermitente de los síntomas, la exacerbación de los síntomas con el esfuerzo físico o mental y la llamada 'niebla mental', que engloba múltiples síntomas asociados al deterioro cognitivo como la pérdida de memoria, la desorientación o los problemas para el aprendizaje y la concentración.
A continuación, tiene la tabla de síntomas elaborada por el CDC.