Salvar vidas puede ser cuestión de segundos. Los mismos que se tardan en encontrar el desfibrilador más cercano, pero con la certeza de que estará perfectamente operativo para su uso inmediato y eficaz. Con ese reto de servicio, Aena ha confiado a Telefónica un contrato para reforzar la prevención de accidentes en sus instalaciones y contribuir a reducir el número de fallecimientos por muerte súbita cardíaca en el país, una patología que solo en España asciende a 30.000 casos al año. En concreto, el operador de telecomunicaciones equipará con 500 desfibriladores los aeropuertos españoles, todos ellos monitorizados por tecnología móvil.
Los dispositivos de salvamento están preparados para que cualquier persona pueda usarlos de inmediato y de forma totalmente intuitiva cuando resulte necesario. La alta tecnología puesta a disposición de la salud encuentra su máxima expresión con el trabajo realizado por Telefónica para el gestor aeroportuario. Entre otras ventajas, el operador aprovecha las prestaciones del Internet de las Cosas (IoT), así como de la sensorización de objetos, para su aplicación en beneficio de la prevención y salud de los usuarios.
Según explican los responsables de la iniciativa, el acceso público a la desfibrilación y el servicio integral de los dispositivos pretende garantizar el éxito de la operativa. Así, "el protocolo de uso del dispositivo facilitará un reconocimiento inicial de la víctima y contactará con los servicios de emergencia más cercanos, procediendo a la descarga eléctrica entre los tres y nueve minutos siguientes a la aparición de síntomas si se produce una parada cardiorrespiratoria".
Por medio del desfibrilador inteligente, los técnicos responsables de los mismos (operativos las 24 horas al día) "realizan una evaluación del estado de la víctima y, solo si existe parada cardiaca, se aplica la descarga eléctrica necesaria para revertir dicho estado". Esos ángeles de la guardia de Telefónica, responsables de la monitorización y gestión de la red de desfibriladores, se encuentran en el Centro de Operaciones Digitales (DOC) situado en la calle Julián Camarillo en Madrid. Este personal especializado gestiona la comunicación inmediata con los servicios de emergencia aeroportuarios. Además, Telefónica se encarga del "mantenimiento integral de los dispositivos para que estén disponibles en todo momento", siempre preparados para reactivar el corazón de los afectados.
El acuerdo entre ambas empresas contempla la renovación de los dispositivos y la ampliación de los existentes, incluyendo además "la instalación de desfibriladores semiautomáticos en algunos aeropuertos de aviación general que no disponían de dispositivos y la formación al personal no sanitario para que puedan utilizarlos en caso de necesidad", añaden.