
La caída continuada en el consumo de lácteos en España, una tendencia que parece que se está consiguiendo frenar, no invalida el hecho de que la leche y productos lácteos como el yogur y los quesos, son extraordinariamente beneficiosos para la salud. Todos ellos han sufrido un descenso de ventas, especialmente entre los más jóvenes, que han hecho saltar las alarmas al tratarse de un producto básico de la dieta, con nutrientes imprescindibles para el ser humano. Por esta razón, aumentar el consumo interior se ha en uno de los principales retos del sector a corto y medio plazo.
Luis Calabozo, director general de Fenil (Federación Española de Industrias Lácteas), explica que lo prioritario durante los últimos tres años ha sido investigar y poner en marcha las actuaciones necesarias para revertir esta tendencia de la caída del consumo. "Y vimos algo que nos sorprendió; y es el que casi el 100% de los hogares españoles siguen comprando productos lácteos. No es un problema de penetración, sino de menor frecuencia en la compra y menos cantidad. También nos dimos cuenta de algo importante; y es que el 42% de la caída del consumo en los últimos tres años –aunque la caída del consumo viene desde el año 2000, y sobre todo se aceleró a partir de 2010- lo constituyen seis millones de hogares, el 34% de los 17 millones y medio de hogares que hay en España. Y estos hogares son fundamentalmente hogares con hijos que crecen, entre siete y 17 años, e hijos independizados. Los hogares sin hijos, con adultos, tienden a mantener el consumo".
En cuanto a los jóvenes emancipados, el reto, señala Calabozo, "es despertar a los que llamamos reduccionistas inconscientes (porque no tenían idea de las ingestas necesarias de leche y productos lácteos al día). Es sobre quienes habría que centrarse, lo que ayudaría enormemente a recuperar el consumo".
En lo tocante a este descenso en el consumo de lácteos, el director general de Fenil refiere que, según las investigaciones que han hecho "el que reducía una categoría, por ejemplo, leche, reducía a la vez los yogures y los quesos, y al revés. La caída se explicaba para dos categorías, lo cual daba sentido a una estrategia genérica sobre el conjunto del consumo de lácteos".
Llama la atención, señala Calabozo, el hecho de que "siete de cada diez reductores de lácteos creía que seguía comprando lo mismo o incluso más. Había un problema de olvido, de pérdida de esencialidad". En un estudio encargado por Fenil a la consultora de paneles de consumo Kantar se puso de manifiesto que el consumidor, sigue confiando en los beneficios de los lácteos frente al ruido y los mitos de sus perjuicios: "Consideran que es importante en el desarrollo del niño, durante el embarazo, en la prevención de enfermedades", subraya.
Calabozo se refiere también a las noticias falsas o creencias erróneas que desaconsejan consumir leche. "La creencia es un acto de fe y por tanto es difícil convencer a alguien. Ante esos mitos no es la federación o la industria quien se pronuncia. La gran mayoría de los consumidores españoles consideran a los lácteos buenos e importantes.
Hay muchos nutricionistas y evidencias científicas que recomiendan el consumo de tres raciones al día. La cantidad de nutrientes biológicos que tienen con muy poca ingesta de energía son muy poco comparables a otros tipos de alimentos. Los productos lácteos son fuentes de proteínas de alta calidad".
Calabozo recuerda que para quienes tienen alguna intolerancia, ahora hay una gran cantidad de productos adaptados a las necesidades de cada consumidor, el cual puede encontrar cantidad de productos lácteos sin lactosa. Además, desmiente el mito de que el hombre es el único mamífero que toma leche después de la lactancia. "Aquellos predadores mamíferos lo primero que van, una vez que han cogido a su pieza, si es una hembra, es a las mamas a aprovechar ese líquido. Alguien dijo que el único alimentos con el que un mamífero podría subsistir es la leche; y es verdad".
Un producto que lo tiene todo
La leche y sus derivados constituyen uno de los pilares de la alimentación gracias a su elevada densidad de macro y micronutrientes, especialmente ricos en proteínas y calcio de fácil asimilación, y una importante fuente de vitaminas. Asimismo, por su composición variable en agua, lactosa, grasa, proteínas, vitaminas y minerales, se adaptan muy bien a todo tipo de dietas y personas con distintos requerimientos nutricionales.
En el caso de las proteínas, fundamentales para la formación y reparación de las estructuras corporales, los productos lácteos contienen todos los aminoácidos esenciales, así como lípidos, esenciales para el sistema nervioso y el control del colesterol. También sobresalen por su contenido de vitaminas B2, A, D, al igual que en macrominerales como calcio, fósforo, magnesio, potasio, sodio y cloro; o bien en microminerales como manganeso, flúor, selenio, cobalto, cobre y cromo.
Fenil y la Organización interprofesional Láctea (Inlac) están llevando a cabo campañas para fomentar el consumo de lácteos con resultados muy prometedores. La última iniciativa del Inlac es un "autobús lácteo" que visitará 30 ciudades españolas durante los próximos años. Autobús que ofrece degustaciones de productos lácteos en su zona de showcooking y aníma quienes se acercan a consumir tres lácteos al día. "Una cantidad que aumenta hasta las cuatro raciones en el caso de adolescentes y las embarazadas", recuerda la directora gerentes de Inlac, Nuria M. Arribas.
Sobre la importancia de su consumo, Rosa María Ortega, del Comité Científico de Inlac, recalca que "la leche y los productos lácteos contienen calcio de alta disponibilidad, es decir, que es fácil de absorber, gracias a la presencia es estos alimentos de promotores de la absorción como la caseína y la lactosa. En otros alimentos con calcio, como algunos vegetales o cereales, nos encontramos con inhibidores de la absorción como los ácidos fítico y oxálico, que hacen que su calcio sean de menor biodisponibilidad".
Ortega recuerda que cuando nuestro cuerpo no puede disponer de calcio en la cantidades adecuadas se pueden plantear diversos riesgos para la salud como una menor adquisición de masa ósea en infancia, adolescencia y juventud, y una mayor pérdida de masa ósea en la edad avanzada. Además, otros riesgos del aporte insuficiente de calcio pueden ser el peor control de la presión arterial, peor control de peso y otros problemas metabólicos". Según la doctora Ortega, las cantidades de calcio que el organismo necesita varían en función de muchos factores: "A lo largo de la vida las ingestas recomendadas para este mineral oscilan entre 800 y 200 miligramos al día, dependiendo de la edad, sexo, actividad o estado fisiológico".
La producción del sector lácteo en España
La mayoría de la leche producida en España es de origen vacuno. La suma de la entregas de leche vaca, oveja y cabra realizadas en 2018 constata que la industria láctea española absorbe más de 8,1 millones de toneladas de leche de origen español al año. Dentro de la UE, la producción nacional de leche vaca es 5% del total; la oveja el 15% y la de cabra el 20.