Acostumbrados a que todas las preguntas tengan respuesta en Google, también hemos trasladado las consultas de carácter más íntimo y personal. Atrás quedaron los tiempos de confidencias entre amigos en lo relativo al sexo. Lo humano se está sustituyendo paulatinamente por la interacción con máquinas y algoritmos, y si encima nos ahorramos pasar un rato de vergüenza, pues mucho mejor.
El investigador y colaborador de The New York Times Seth Stephens-Davidowitz ha publicado recientemente un libro que desgrana las dudas y pensamientos de los norteamericanos a través de sus búsquedas en Google.
En Everybody Lies. Big data, new data and what the Internet can tell us about who we really are (Todo el mundo miente. Big data, new data y todo lo que Internet puede contarnos sobre lo que realmente somos), Stephens-Davidowitz expone que las personas nos quitamos la máscara cuando estamos en el anonimato de la red y ante el ordenador, y es en los buscadores donde volcamos nuestras auténticas inquietudes y desvelos.
Esta investigación ha ofrecido resultados muy sorprendentes especialmente al indagar en temas tabú, como el sexo. ¿Qué es lo que preguntamos a Google sobre las relaciones sexuales?
De penes, vaginas y tiempos de coito
El estudio del investigador demuestra lo que llevamos siglos sabiendo, que los hombres son de Marte y las mujeres, de Venus, y esta diferenciación también queda patente en los conceptos sobre los que buscamos información en internet.
Así, lo que más buscan los hombres es información relacionada con el tamaño de su pene. "¿Cómo de grande es mi pene?" es una de las cuestiones más tecleadas entre los estadounidenses, y también métodos para agrandar el miembro. Y mientras los hombres buscan esto, las mujeres pasan del tamaño en este sentido y, muy al contrario, teclean conceptos como "dolor durante el sexo" o "penes demasiado grandes". Estas molestias por el excesivo tamaño supone el 40% de las consultas que realizan las mujeres a Google sobre los penes, mientras que el sexo opuesto está obsesionado con aumentar su talla, según relata SModa, de El País.
Los tiempos suponen otra brecha entre hombres y mujeres en sus dudas al rey de los buscadores. Ellos buscan "conseguir que el sexo dure más", mientras ellas teclean "cómo hacer que eyacule más rápido".
La falta de sexo es una inquietud compartida en ambos sexos que conviven con parejas estables. Tanto hombres como mujeres se interesan por la escasez y desean una mayor actividad sexual con la pareja, reflejan las conclusiones de Seth Stephens-Davidowitz en su libro.
El olor de la vagina
Mientras que las búsquedas en relación al pene se llevan el mayor trozo del pastel, lo que rodea a la vagina es menos popular, aunque también suscita preguntas. El 30% de las consultas de mujeres sobre sus vulvas se refiere a cuidado e higiene, pero también al olor. "Mejorar el olor y sabor de la vagina" es una inquietud muy extendida entre ellas.
En los hombres, el asunto del olor del órgano sexual femenino suscita consultas igualmente, mayoritariamente relacionadas con "cómo decir a la pareja que le huele mal la vagina si herir los sentimientos".