
El papel de la mujer en la industria farmacéutica ha evolucionado significativamente en la última década. Cada vez más, muchas ocupan altos cargos en los laboratorios (tanto nacionales como internacionales). Las dirigentes y referentes actuales cuentan su experiencia y mandan un mensaje a las futuras generaciones.
Fina Lladós (Farmaindustria): "Rodéate de personas que te impulsen hacia adelante"

Me llamo Fina Lladós Canela. Fui nombrada directora general de la compañía biotecnológica Amgen para España y Portugal en 2017 y, en octubre del año pasado, fui elegida presidenta de Farmaindustria. Ostento ambos cargos con honor, gratitud y un profundo sentido de responsabilidad.
¿Aspiré a tener roles de liderazgo como estos? No, en absoluto. Pero cuando surgieron las oportunidades, ¿dudé de mí misma y pensé que eran demasiado para mí? Ni un segundo. Primero, porque a medida que asumí más responsabilidades a lo largo de mi carrera, me di cuenta de que un líder no es alguien que lo sabe todo. Y ese fue un pensamiento liberador. Un líder es alguien que se rodea de personas de quienes aprender, alguien que escucha activamente a los demás. Y, lo más importante, un líder es alguien que tiene un profundo sentido de propósito.
Así que, mujeres, no nos saboteemos a nosotras mismas antes de empezar. El liderazgo está evolucionando. Ya no se trata de estructuras rígidas o jerarquías predefinidas. Se trata de adaptabilidad y aprendizaje continuo. Vivimos en un mundo de transformación acelerada impulsado por avances tecnológicos, cambios geopolíticos y desafíos medioambientales. Estos desarrollos nos exigen ser estudiantes perpetuos, abordando el futuro con curiosidad, no con miedo, requieren empatía y liderar con el corazón sin perder el propósito.
Pero nadie llega al liderazgo solo. Una razón por la que sentí que podía asumir estos roles desafiantes fue porque tenía a las personas adecuadas a mi lado en el terreno profesional y en el personal. En 2016, cuando mis hijos tenían cuatro y seis años, me ofrecieron un puesto en la sede europea de Amgen en Suiza. Era una oportunidad fantástica, aunque de inmediato empecé a enumerar todas las razones por las que no podía aceptarla. Cuando llegué a casa y compartí esos pensamientos con mi marido, me escuchó pacientemente y luego me preguntó: "Si los roles estuvieran invertidos, si yo hubiera recibido esta oferta, ¿Qué me habrías dicho?"
Después, me miró a los ojos y dijo: "Ahora, sal de la habitación, vuelve a entrar y empecemos esta conversación desde cero". Ese momento lo cambió todo. Así que mi principal mensaje es: rodéate de personas que te impulsen hacia adelante. El mundo necesita más mujeres líderes, y esa líder puedes ser tú.
Ana Argelich (MSD): "La diversidad y la inclusión son motores esenciales de innovación y liderazgo"
Al conmemorar el Día Internacional de la Mujer, mi primera reflexión es sobre nuestro papel en el sector biofarmacéutico y cómo convertir nuestras experiencias en acciones significativas. Como directora general de MSD en España, he tenido el privilegio de pertenecer a una compañía que ha demostrado su compromiso con la igualdad de oportunidades desde sus inicios. Las estadísticas son claras: según la última encuesta de empleo de Farmaindustria, las mujeres constituyen el 53% de nuestras plantillas, el 45% de los comités de dirección, el 20% de las direcciones generales y el 66% de los equipos de I+D. Estos avances son motivo de celebración, pero recuerdan que la verdadera equidad es un objetivo continuo, que requiere esfuerzo constante y colaboración activa.
La diversidad y la inclusión son motores esenciales de innovación y liderazgo. Un enfoque amplio de la diversidad -que abarca diferentes culturas, orientaciones sexuales o idiomas- es clave para enriquecer nuestras perspectivas y fortalecer nuestra capacidad para afrontar los complejos desafíos del sector salud.
Es fundamental reconocer que aún tenemos retos y que debemos seguir trabajando para reducir la brecha de género. Considero que es necesario fomentar el liderazgo femenino en las carreras STEM y asegurar que más mujeres ocupen posiciones de liderazgo en grandes corporaciones. Este es un camino que exige tiempo, reflexión y acción continua.
A lo largo de los años, hemos implementado iniciativas concretas y programas que empoderan a las mujeres en nuestra organización y en la industria. Estamos orgullosos de estos logros, pero entendemos que el esfuerzo debe ser persistente y colectivo, traducido en acciones que generen un impacto real en nuestra cultura y comunidad. La diversidad, la equidad y la inclusión es una responsabilidad de todo y deben ir más allá de nuestras políticas; debemos vivir estos principios cada día.
María José Muñoz-Juárez (GSK): "Un sector privilegiado"

En realidad, mi primera intención cuando estaba a punto de decantarme por una carrera, fue dedicarme a la ingeniería de Telecomunicaciones. Fue casi una corazonada de última hora la que me llevó a dedicarme a la Medicina; quizás influenciada por mi hermana, enfermera.
Desde entonces, mi formación y mi carrera profesional en el sector farmacéutico me han permitido desarrollarme en un mundo en el que las mujeres tenemos gran presencia en términos cuantitativos y un protagonismo destacado en los puestos de liderazgo. Por eso, en este 8M comenzaré con un disclaimer de privilegiada. Escribo y ejerzo en un sector que lidera el avance hacia la igualdad de la mujer con políticas de flexibilidad y corresponsabilidad.
No obstante, esta industria cuenta ya con un 45% de mujeres en sus comités de dirección y un 20% ejerce como CEO, como señalan cifras de Farmaindustria. Un sector que puede presumir de tener la menor diferencia entre los salarios medios del conjunto de los sectores productivos en España, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Si una anécdota refleja bien ese sentimiento de privilegio que he podido vivir en primera persona a lo largo de mi carrera, son las entrevistas de trabajo que hice estando embarazada y que nunca han supuesto una merma ni freno en mi desarrollo profesional. "Ya te llamaremos en unos días", me respondieron en una de estas compañías que me ofrecía un contrato cuando les conté que tenía una cesárea programada al día siguiente. Pensé que nunca lo harían, pero me equivoqué. He tenido muchas jefas mujeres y de todas ellas he aprendido algo diferente para seguir avanzando.
A veces solo nosotras nos ponemos nuestros propios límites. Por eso, sigue siendo importante y necesario seguir mostrando a las más jóvenes referentes femeninos en los que fijarse. Colaboraciones que llevamos a cabo con entidades como 'Stem Talent Girl'; o programas internos como 'Women Leadership Initiative (WLI)' o 'Accelerating Difference', nos ayudan a seguir trabajando por este objetivo y romper desde nuestro sector barreras que aún persisten en otros entornos sociolaborales.
Puedo decir con orgullo que trabajo en una compañía de 1.800 empleados en la que un 53,41% de mujeres ocupamos puestos directivos y un 60,66%, intermedios. Una compañía comprometida en alcanzar la paridad en posiciones directivas en todos los países en los que tenemos presencia, con al menos un 45% de los puestos ocupados por mujeres.
Ana Maqueda (Pfizer): "Innovación y diversidad: claves para impulsar el futuro de la biotecnología"

Desde que terminé mis estudios como ingeniera industrial, mi carrera ha estado estrechamente ligada a la biotecnología, impulsando innovaciones que mejoran la vida de los pacientes. En aquel entonces, apenas había referentes femeninos en este sector, una realidad que, afortunadamente, ha ido cambiando con el tiempo.
Durante más de 25 años en Pfizer, he desarrollado mi carrera en un ámbito tradicionalmente masculino, un desafío que no me ha impedido alcanzar mi meta: convertirme en directora de la planta que la compañía tiene en San Sebastián de los Reyes. Un centro puntero en biotecnología, donde más de 320 profesionales trabajan cada día para suministrar tratamientos a más de 17.000 pacientes en todo el mundo.
Si miro atrás, aún puedo revivir la emoción de mis primeros pasos en este sector. Algunas de aquellas sensaciones me han acompañado a lo largo de los años, y con ellas, una certeza: la autoconfianza y la pasión son claves para avanzar. En este camino, he aprendido que el fracaso y el error no son obstáculos, sino herramientas de aprendizaje. También he contado con mentores que han creído en mí y me han apoyado, una experiencia que me ha enseñado el enorme impacto que tiene el respaldo en el crecimiento profesional. Al mismo tiempo, un valor que no puedo dejar pasar que forma parte del ADN de la compañía es el del coraje que se debe tener a la hora de afrontar retos y avances profesionales, hablando siempre alto y claro para hacernos entender y mostrar nuestro valor.
Por último, en cuanto al avance de las mujeres, me enorgullece que, en España, nombres como el de la científica Margarita del Val o la candidata a astronauta Sara García sean tan ampliamente conocidos. Son mujeres que han contribuido a cambiar la percepción sobre sectores en los que, históricamente, hemos sido minoría. Auténticos referentes para el presente y el futuro que demuestran que la diversidad es clave para construir el futuro que todos deseamos: un mañana en el que la ciencia y la innovación ofrezcan soluciones a las enfermedades que aún nos desafían.
Carmen Peña (Cofares): "Casi 40 años"

Hace casi 40 años, yo era una joven farmacéutica que iniciaba mi trayectoria profesional en una farmacia y recibía la visita de un representante de Cofares, quien me dio la bienvenida a la cooperativa farmacéutica pionera en la distribución de medicamentos, proporcionándome asesoramiento y seguridad. Décadas después regresé a España.
Entre esos dos momentos, ha transcurrido toda una vida dedicada a mi profesión. 27 años ocupando diferentes cargos políticos en el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos, y 12 años en la FIP, un largo camino no exento de espinas, aunque tampoco de rosas. Casi 40 años después de mis inicios, Eduardo Pastor, presidente de Cofares, me llamó y me ofreció acompañarle, junto al Consejo Rector, en la fascinante tarea de servir a los cerca de 12.000 farmacéuticos socios, iniciando así una nueva etapa profesional, ahora desde la visión de una cooperativa de distribución farmacéutica.
Durante mi trayectoria, he sido testigo de la gran transformación del papel de la mujer en el mundo farmacéutico, tanto a nivel nacional como internacional, teniendo el honor de vivir y participar en estos grandes cambios. Logros que han sido posible gracias al esfuerzo, preparación y perseverancia de millones de mujeres que valientemente han roto techos de cristal. Mujeres que considero, además, las mejores aliadas en el campo profesional de la Salud. Es preciso pues poner el foco en temas como el liderazgo femenino en grandes empresas y organizaciones sanitarias. Mujeres que trabajan para lograr una brillante carrera profesional, mientras luchan para conciliar su carrera con la maternidad o los cuidados de sus familiares.
Una circunstancia que no se produce con la misma magnitud en el género masculino, y que conlleva por desgracia la renuncia a una carrera profesional de éxitos femeninos. Aun así, soy optimista ya que hemos dado grandes pasos respecto a generaciones anteriores. Ahora toca trabajar juntos, hombres y mujeres, para que nuestras hijas y nietas puedan llegar por su valía y en igualdad de oportunidades a los puestos más altos, pudiendo a la vez, si quieren, ser madres, esposas e hijas. Aquellas que deseéis emprender el largo y duro camino hacia los puestos de poder, sabed que no estáis solas, que vuestras predecesoras estamos aquí para apoyaros. Y rodearos siempre de un buen equipo que os arrope, ya que os ayudará a llegar a la cima.
María Jesús Martín y Mayka Pérez (PharmaMar): "Mujeres en la ciencia: pasado, presente y futuro de la investigación"

La ciencia avanza a pasos agigantados, impulsada por el conocimiento, la innovación y la perseverancia de quienes dedican su vida a la investigación. En este proceso, la contribución de la mujer en la ciencia ha sido clave para transformar el panorama del conocimiento y abrir nuevas fronteras en disciplinas que, durante mucho tiempo, estuvieron mayoritariamente ocupadas por hombres.
Las mujeres han ido conquistando espacios en la investigación científica, demostrando que la excelencia no tiene género. Sin embargo, aún enfrentamos desafíos importantes. En el ámbito académico y en la industria, las cifras siguen reflejando una brecha en los puestos de liderazgo, y la visibilidad de referentes femeninos sigue siendo menor que la de sus pares masculinos.
Romper este techo de cristal es fundamental para el progreso de la ciencia y la sociedad. Liderar en ciencia no solo significa estar al frente de un laboratorio, una biotecnológica o un proyecto de investigación. Es también ser mentora de las generaciones futuras, apoyar a otras científicas en su crecimiento y generar redes de colaboración que permitan avanzar con mayor solidez. En este sentido, las nuevas tecnologías y la globalización han abierto oportunidades sin precedentes para conectar a investigadoras de todo el mundo, facilitando el intercambio de conocimientos y experiencias.
Es cierto que el camino de la ciencia exige sacrificios, donde la dedicación al laboratorio y a la investigación puede hacer difícil encontrar un equilibrio con la vida personal. No obstante, el impacto del trabajo científico en la sociedad es inmenso. La labor de las científicas ha sido y seguirá siendo un pilar esencial para el bienestar humano. Nuestro objetivo debe ser que el talento, la pasión y el compromiso sean los únicos criterios para avanzar en la ciencia. Que el liderazgo femenino sea reconocido no por una cuestión de género, sino por su contribución al conocimiento y su impacto en la sociedad.
Y, sobre todo, que llegue un día en el que no necesitemos reivindicar nuestra presencia en la ciencia, porque ya sea una realidad incuestionable. Sigamos adelante, con la certeza de que cada paso que damos hoy allana el camino para quienes vendrán después.