
Un nuevo movimiento de desinversión se avecina en el sector farmacéutico. La multinacional francesa Sanofi se deshará de su división de medicamentos sin receta en los próximos meses. El área, que generó en 2023 unos ingresos de 5.130 millones de euros (un 12% del total de la facturación) está valorada en unos 20.000 millones de euros, según los analistas del mercado. Cuando se consume, algo que se espera, como pronto, para finales de este año, se convertirá en una de las operaciones más grande del sector.
La empresa gala baraja dos tipos de operaciones para conseguir colocar la división al mejor postor. Por un lado, la firma explora realizar la operación a través de una salida a bolsa, mientras que en paralelo también sondeará a un posible comprador. Goldman Sachs y Morgan Stanley trabajarán junto con BNP Paribas y Bank of America en la desinversión.
Hace unos meses comenzaron a sonar los rumores sobre los planes de Sanofi de desprenderse de su unidad de medicamentos sin receta. De hecho, ya se apuntaba a que el escenario más probable era la creación de una compañía independiente que cotizase en la bolsa francesa, además de que mantenga en este país su sede. La operación que comienza a fraguarse en las entrañas del gigante francés se suma a una tendencia que se observa en el sector farmacéutico desde hace unos años. Las grandes compañías han comenzado a especializar sus áreas de negocio y soltar lastre. Los dos últimos ejemplos, que además han tenido un recorrido muy similar al que va a emprender ahora Sanofi, son los protagonizados por GSK y Johnson & Johnson.
La farmacéutica británica decidió escindir su división en 2022 y ahora funciona como una compañía independiente bajo el nombre de Haleon. Se trata de un área que generaba más ingresos que la de Sanofi, con una facturación que rondaba los 10.000 millones de euros. De hecho, en su cartera de productos, GSK incorporó en su día los medicamentos sin receta de Pfizer y Novartis. Por su parte, Johnson & Johnson también decidió separar su negocio de consumer health y hace ahora casi un año que la nueva compañía, Kenvue, funciona como una firma independiente que cotiza en Wall Street. Ambos gigantes farmacéuticos tuvieron durante un periodo de tiempo participaciones del capital, pero a día de hoy han vendido todo para hacer caja.
La desinversión permitirá a Sanofi afrontar con mayor músculo financiero los retos que tiene por delante en materia de nuevas moléculas para lanzar al mercado. La compañía tiene hasta diez fármacos en la última fase de ensayos clínicos, la más costosa de todas. Además, tiene otros quince tratamientos en fases intermedias de estudio. Este amplio vademecum obligará a la multinacional gala a destinar un montante más alto que otros años al departamento de investigación y desarrollo.
El ERE en España no afectará a la fábrica
Sanofi continúa con las negociaciones en España del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que anunció hace unas semanas. Según ha podido saber este periódico de fuentes cercanas a las conversaciones, los despidos no afectarán a la fábrica que la compañía tiene situada en Girona. Además, de las 89 posiciones que en un principio están en juego, todas menos una atañerán a las oficinas que la compañía tiene situadas en Barcelona, mientras que la restante tocará un puesto en las de Madrid.
Con todo, sindicatos y compañía se encuentran negociando en estos momentos que el número del ERE haga referencia a posiciones de trabajo en lugar de personas con el objetivo de que se puedan reubicar algunos de los empleados. Según fuentes consultadas, la compañía parece receptiva ante este extremo.Las 89 posiciones representan el 6,13% de la plantilla de Sanofi en España. "Las causas que fundamentan la decisión empresarial cuya intención se comunica son de carácter productivo y organizativo. El mencionado despido colectivo afectaría, principalmente, unidades de negocio de biopharma y otras funciones corporativas", explicó la compañía francesa en un comunicado.
Además de las palabras de la compañía, fuentes conocedoras de las negociaciones explican que Sanofi también quiere priorizar las inversiones en I+D porque tiene una cartera de productos en últimas fases de ensayo importante (hasta diez moléculas en Fase III).Esto implica que la multinacional quiera reducir costes en su estructura para liberar recursos y así poder cubrir el incremento de inversión que se le avecina. De hecho, la mayoría de puestos afectados son administrativos.