
En la Unión Europea 4,3 millones de personas contraen al menos un infección relacionada con su estancia en el hospital al año. Así lo refleja la tercera encuesta de prevalencia puntual de infecciones asociadas a la asistencia sanitaria y uso de antimicrobianos en hospitales de cuidados agudos en 2022-2023, elaborado por el Centro Europeo para la Prevención por el Centro de Enfermedades (ECDC). Esta cifra refleja que la higiene en los centros hospitalarios es aún un reto para los países del continente.
El tipo de infección asociada a la asistencia más prevalente fueron las del tracto respiratorio con un 29,3% (un 19% neumonía, 7% covid 19 y 3,3% otras infecciones de las vías respiratorias bajas). Le sigue las infecciones de tracto urinario, con un 19,2%; las del sitio quirúrgico con 16,1%; del torrente sanguíneo, con un 11,9%; y las gastrointestinales, con un 9,5%.
El porcentaje más alto se registró en pacientes de cuidado intensivos. En concreto, un 20,5%, frente al 6,4% de todas las demás especialidades combinadas.
Si se analiza por microorganismo, los más frecuentes fueron Escherichia coli (12,7%) y Klebsiella spp (11,7%). Le siguen Enterococcus spp (10%), SARS-CoV-2 (9,5%) y S. aureus (9%), entre otros.
"Las infecciones asociadas a la atención sanitaria plantean un desafío significativo para la seguridad del paciente en los hospitales en toda Europa. Estas cifras recientes ponen de relieve la necesidad urgente de adoptar nuevas medidas para mitigar esta amenaza. Dando prioridad a las políticas y prácticas de prevención y control de las infecciones, así como antimicrobianos y mejorando la vigilancia, podemos combatir eficazmente la propagación de estas infecciones y proteger la salud de los pacientes", dice la directora del ECDC, la doctora Andrea Ammon.
El centro indica que al menos dos de cada diez infecciones pueden prevenirse a través de programas sostenidos y polifacéticos de prevención y control de infecciones sostenidos y polifacéticos. Medidas sencillas. Como la higiene de las manos y la distribución de desinfectantes pueden reducir el número de infecciones. Otras medidas serían disponer de un número adecuado de habitaciones individuales y de personal especializado en control y prevención.
Crece el uso de antibióticos
La utilización de antibióticos ha aumentado en los últimos años. La última encuesta plasma que el 35,5% de los pacientes recibieron al menos un antimicrobiano frente al 32,9% registrado en la realizada entre 2016 y 2017. 390.957 personas en la Unión Europea y el Espacio Económico Europeo reciben al menos un tratamiento de este tipo al día.
Según la encuesta, siete de cada diez personas tomaron un antibiótico mientras que el 22,4% recibió dos y el 5,4% tres o más. Además, se usaron menos antimicrobianos en pacientes psiquiátricos (2,8%) y más en pacientes de cuidados intensivos (59,5%).
Los médicos prescribieron casi la mitad de los antibióticos (49,3%) para infecciones que el paciente había adquirido fuera del hospital. También el 18,4% fueron utilizados para tratar una infección que se había cogido en el centro hospitalario y el 2,5% en aquellos casos de larga duración. Además, el 14,9% de las prescripciones fueron dirigidas a curar la profilaxis quirúrgica, es decir, la administración de antibióticos para prevenir las infecciones en los distintos tipos de cirugía. En el 48,3% de los casos la toma de antimicrobianos duro más de un día.
Los antibióticos se administraron por vía parenteral – atravesando una o más capas de la piel o de las membranas mucosas mediante una inyección – en cuatro de cada cinco casos. Además, el motivo para su utilización se documentó en la historia clínica de la persona en el 82,7% de las veces.
Por otra parte, se detectaron casos de bacterias resistentes a los tratamientos. En concreto, se notificó resistencia a la meticilina en el 23,7% de los casos de Staphylococcus aereus, a la vancomicina en el 15,6% de los enterococos aislados, a las cefalosporinas de tercera generación en el 34,7% de los enterobacterales y en el 58,1% de los casos de K. Pneumoniae.