Salud

Estas son las 4 cosas que evita una neurocientífica del MIT para así mejorar la memoria

  • Los pasos que propone ayudan al cuerpo a descansar y al cerebro a funcionar
  • Se basan en unas rutinas y una alimentación específicas
  • Asegura que son útiles para evitar sufrir la llamada niebla cerebral
Foto: iStock.
Madrid

A muchas personas les sucede que, tras una jornada intensa y rutinaria, empiezan a sentir una falta de concentración y de claridad mental, por ejemplo a la hora de comer. La neurocientífica y autora Tara Swart asegura que no existe nada peor que la niebla cerebral. La misma explica que las causas pueden ir desde la falta de sueño al estrés, pasando por una respuesta inflamatoria en el cerebro por parte del sistema inmunitario.

Los resultados de sufrir esta disfunción cognitiva puede ser la incapacidad para concentrarse, una memoria mermada o la dificultad para tomar decisiones. Swart estudia las causas de la niebla cerebral y del olvido, y explica que ella misma sigue 4 reglas para evitar sufrirla.

1. Evitar la tensión siempre que sea posible

La neurocientífica asegura que el cuerpo puede estar tenso físicamente (con tortícolis o dolor de espalda, entre otros) incluso cuando la persona se sienta relajada. Esto puede deberse al estrés, que a su vez quizás provenga de tareas sin terminar o de plazos límite inminentes.

Este es el ejercicio de relajación que hace cuando nota síntomas de tensión en su cuerpo:

-Inhalar aire por la nariz y contar lentamente hasta 4 segundos.

-Aguantar el aire, y de nuevo contar hasta 4.

-Exhalar a través de la nariz, liberando todo el aire mientras, una vez más, se cuanta despacio hasta 4.

-Aguantar sin tomar aire otros 4 segundos.

-Repetir el proceso, al menos otras 4 veces.

Mediante esta técnica de relajación se puede calmar el cerebro, y según un estudio publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, también puede reducir los niveles de cortisol (hormona esteroidea presente en el cuerpo como parte de su respuesta al estrés).

2. No mirar pantallas la hora antes de dormir

Swart afirma que actividades tan cómodas y tentadoras como ver la tele o deslizar en las aplicaciones del teléfono no son algo adecuado en los últimos momentos antes de dormir, pues son algo que estimula demasiado al cerebro. Una muy buena alternativa que ella practica es leer un poco. Si esto tampoco es suficiente para que su cuerpo y mente se relajen, entonces opta por apretar y estirar los músculos de su cuerpo, desde los dedos de los pies hasta la cabeza, como ejercicio de relajación.

Añade que las horas de sueño adecuadas se sitúan en torno a las 8 diarias: excederse puede incentivar al cerebro a adquirir un ánimo depresivo, y no llegar evita que el cerebro descanse y se reinicie adecuadamente.

3. Tener cuidado con la glucosa

La salud de la tripa puede afectar a la energía del cerebro. Por ello, Swart dice que mantiene ese 'eje' fuerte con una dieta hidratante, con grasas saludables y proteína digerible. Pero dice que todavía más importante es su decisión de evitar el azúcar. 

Si bien el cerebro humano utiliza este compuesto como combustible, algunas fuentes de azúcares como la fructosa y los carbohidratos refinados no son sanos, pues esto equivale a dar al cerebro una dosis excesiva de glucosa, seguida de otra demasiado escasa.

Cuando ello sucede, afecta al humor y puede causar irritabilidad, confusión mental, cansancio o capacidad de juicio alterada. También indica que consume alimentos ricos en magnesio: de grano entero, verduras de hoja, legumbres y judías secas. Swart asegura que estos productos ayudan a regular el ciclo del sueño y el ánimo. Además, siempre se asegura de consumir sus bebidas con cafeína antes de las 10 de la mañana.

4. No está ningún día sin meditar

Finalmente, la neurocientífica se asegura de meditar al menos durante 12 minutos diarios, algo que según ella si se realiza antes de dormir puede ayudar a mitigar la niebla cerebral del día siguiente. Estos son los pasos que sigue para dicha actividad:

-Asegurarse de que no habrá distracciones en la sala.

-Sentarse o tumbarse en una posición cómoda.

-Respirar profundamente.

-Centrarse en los propios pensamientos.

-Reconocer cada sensación que vaya apareciendo, y volver a concentrarse en la respiración.

Y para aquellos a los que no les guste meditar, la misma propone actividades como cocinar o salir a pasear. También dice que asumir ideas como "La niebla cerebral es un estado mental, me iré a cama pronto y mañana estaré bien" ayuda a proponerse a cambiar los hábitos con mayor decisión. Asegura que proponerse esto provocará que cuerpo y mente hagan lo propio.

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