La multinacional alemana Bayer ha contratado los servicios de inteligencia artificial de Google para acelerar el descubrimiento y desarrollo de medicamentos. La farmacéutica podrá acceder a las unidades de procesamiento tensorial (TPU) de la tecnológica, que son aceleradores desarrollados a medida y diseñados para ejecutar modelos de aprendizaje automático y cargas de trabajo computacionalmente intensivas, lo que ayudará a acelerar y escalar los cálculos de química cuántica de Bayer.
El objetivo de la farmacéutica es optimizar sus inversiones para el desarrollo de fármacos. "Los resultados que coseche por inteligencia artificial determinarán la viabilidad científica y económica de los cálculos de teoría funcional de densidad a gran escala para aplicaciones prácticas", explican.
Poder optimizar el proceso de selección y desarrollo de medicamentos es una de las tareas que tiene por delante la industria farmacéutica. Hay que tener en cuenta, primero, que desde que una compañía empieza a investigar una molécula hasta que la comercializa transcurren de media entre 10 y 12 años.
De hecho, sólo llegar a la fase de los ensayos clínicos, es decir, cuando el medicamento se ensaya en humanos, supone unos cuatro años en los que hay que identificar un compuesto prometedor y hacerle las primeras pruebas, básicamente para comprobar su seguridad. Menos de un 10% de esos compuestos que logran alcanzar la fase de ensayos clínicos llega a convertirse en fármacos disponibles para médicos y pacientes. De estos, sólo tres de cada diez generarán ingresos que superen los costes medios de I+D.
De hecho, las compañías tienen que hacer frente tanto al problema de selección de candidatos a medicamentos como al cronómetro que suponen los veinte años de patente. De media, desde el descubrimiento de una molécula hasta que comienza la comercialización del medicamento pasa la mitad del tiempo de protección intelectual.
Además, el retorno de la inversión en I+D de nuevos medicamentos para los laboratorios farmacéuticos se sitúa en apenas un 1,8% (año 2019), el registro histórico más bajo de la última década. "La aspiración de Bayer de estar entre los principales innovadores nos impulsa a continuar invirtiendo en tecnologías novedosas y disruptivas para resolver problemas complejos", dicen desde la compañía.
Inversiones en España
La farmacéutica Bayer ha realizado algunos movimientos en España recientemente. Ha invertido unos 30 millones en la fábrica que tiene en Asturias para fabricar más Aspirina. Además, en el hub de Barcelona ha contratado a cien personas recientemente para avanzar en la digitalización de la compañía. Desde 2018, el equipo humano de GBS-Barcelona ha crecido un 56%, pasando de 471 empleados a 735.