El uso de lentes de contacto, también llamadas lentillas, es cada vez más frecuente entre la población. Un poco más de seis millones de españoles las utilizan, lo que supone un 13% de la población española, según se recoge en el último libro blanco de la salud visual en España. Su uso ha aumentado en cinco puntos porcentuales con respecto al año 2017, cuando el porcentaje de población que las utilizaba era del 8%. Este dispositivo está diseñado para corregir ciertos defectos en la visión, pero en muchas ocasiones la utilización que se hace de él es indebido.
Según los especialistas, un mal uso de las lentillas incrementa la posibilidad de padecer ojo rojo agudo o sintomatología por lente cerrada. Acciones como utilizarlas más horas al día de lo recomendado, prolongar el periodo de uso para el que están previstas, dormir con ellas puestas, no limpiarlas diariamente después de cada uso, utilizar líquidos inadecuados para la limpieza (agua del grifo, saliva, mezclando líquidos diferentes), no mantener limpio el estuche portalentes donde se guardan o intercambiarlas con otra persona ponen en riesgo la salud ocular.
El uso incorrecto de lentillas puede provocar múltiples afecciones, que en los casos más extremos pueden llevar a prescindir de ellas de forma definitiva. Entre las patologías más frecuentes se encuentran la queratitis (inflamación de la córnea), la úlcera (lesión en la córnea que suele estar causada por una infección), la anestesia corneal (pérdida de sensibilidad en la córnea), ojo seco (se acentúa aún más por un uso indebido de las mismas), conjuntivitis crónica (inflamación de la conjuntiva del ojo) o vascularización de la córnea periférica (pequeños vasos sanguíneos que penetran en la córnea).
La población joven de entre 18 y 35 años es la que más uso hace de ellas. Pero las lentes de contacto no provocan infecciones por sí mismas. Lo que estaría detrás de ello sería el mal cuidado o una incorrecta limpieza de las mismas. "Si las lentes de limpian correctamente y si se retiran del ojo a diario, tal y como recomiende el óptico optometrista, no existe posibilidad de infecciones ni problemas oculares", afirman desde el Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas.
Cuidar la salud ocular
Para evitar las situaciones descritas anteriormente, los ópticos recomiendan conservar las lentes de contacto en estuches especialmente diseñados para ello y respetar siempre la fecha de reposición de las mismas, así como tener siempre en cuenta la fecha de caducidad de las lentes.
"Actualmente en el mercado hay lentillas mensuales, el mismo par se puede usar durante todo el mes, semanales, que valen para una semana, o diarias, que se deben desechar después de un solo uso. En todos los casos es crucial no intentar utilizar las lentes de contacto más allá de su tiempo recomendado", afirman los especialistas del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega.
Los expertos también recuerdan que no todos los productos indicados por el óptico-optometrista valen para cualquier tipo de lente. La no utilización de agua es otra de las premisas clave. En caso de sentir molestias, enrojecimiento, visión borrosa, picor, pérdida repentina de visión, dolor, sensibilidad a la luz o lagrimeo, los ópticos recomiendan suspender temporalmente el uso de las lentes y acudir a la consulta. Otros de los consejos difundidos por los expertos es ponérselas siempre antes de maquillarse y no dormir con ellas puestas si no están indicadas para ello.