La relajación de las medidas de protección contra el Covid-19 está dando lugar a un aumento general de todas las infecciones. En las últimas semanas se ha notificado un aumento de las infecciones provocadas por estreptococo A en niños, una bacteria común que no suele presentar complicaciones sobre la salud del colectivo infantil. "Las medidas pandémicas han hecho que los niños estén más predispuestos a sufrir infecciones, pero tampoco hay que alarmar porque si se detecta rápidamente y se hace una vigilancia no tiene por qué evolucionar mal", explica a este medio María del Mar Tomás, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc).
Las autoridades sanitarias españolas ya investigan los casos detectados por enfermedad invasiva por estreptococo A en niños en las últimas semanas. El departamento que dirige Carolina Darias confirma que mantiene una "vigilancia activa" ante posibles nuevos casos tras confirmarse la muerte de dos menores en la Comunidad de Madrid por esta causa. Se trata de una enfermedad de declaración no obligatoria en España que afecta a los niños de hasta doce años y se manifiesta con diversos síntomas en la garganta.
La Comunidad de Madrid es la que más casos está detectando dentro del territorio nacional. En este caso, la Consejería de Sanidad de este territorio confirma que desde el 19 de octubre se han detectado 16 casos graves en niños con edades comprendidas entre 1 y 12 años. Dos de ellos fallecieron, pero los otros 14 están ingresados y evolucionan favorablemente gracias al tratamiento antibiótico. "Fuera de la Comunidad de Madrid no se están detectando muchos casos", afirma María del Mar Tomás.
El estreptococo del grupo A es una bacteria común que con frecuencia produce una gran variedad de procesos infecciosos. La faringitis, amigdalitis o la escarlatina son algunas de las más comunes. No obstante, en algunos casos la bacteria puede ir puede ir al torrente sanguíneo y causar una infección masiva que podría desembocar en la muerte (fascitis necrotizante o el shock séptico). En algunos niños, otras infecciones respiratorias virales, como la gripe o el virus respiratorio sincitial, podrían causar una sobreinfección por esta bacteria.
La enfermedad se disemina por gotitas respiratorias, por contacto directo con secreciones nasales o de la garganta de personas infectadas con lesiones cutáneas infectadas. La infección es transmisible hasta 24 horas después de haber completado el tratamiento antibiótico. Por esto, los expertos recalcan la importancia de mantener las correctas medidas de higiene para evitar que se extienda la infección. Desde la Sociedad Española de Infectología Pediátrica (SEIP) recogen que "es importante que el niño se mantenga el domicilio hasta llevar al menos 24 horas con un tratamiento antibiótico adecuado".
Alerta en Reino Unido
Reino Unido fue el primer territorio que se percató del inusual incremento de casos en poco tiempo, con un predominio de las habituales infecciones de la vía aérea superior, como amigdalitis o escarlatina. Según recoge SEIP, en este estado han aumentado las infecciones invasivas por esta bacteria en niños menores de diez años. La incidencia se sitúa en 2,3 casos por 100.000 niños de uno a cuatro años, comparados con la media de 0,5 en los años prepandemia de 2017 a 2019 y 1,1 casos por 100.000 niños de cinco a nueve años, frente a una media de 0,3 de 2017 a 2019 en el mismo periodo del año. Del mismo modo que se confirmó la muerte de cinco niños en una semana como consecuencia de las complicaciones derivadas de la infección.