Salud

La biotecnología china, a la conquista de la industria farmacéutica mundial

Foto: istock

En la cumbre mundial de compañías farmacéuticas y biotecnológicas que organiza cada año el periódico Financial Times (FT) han preguntado al presidente de Bayer, Stefan Oelrich, sobre el concepto de decoupling, una estrategia cada vez más discutida en los círculos empresariales que consistiría en operar al margen de lo que suceda en China. Oelrich descarta tajante que eso sea una posibilidad en la industria. "Trabajamos en el sector de la salud, nuestro objetivo es aliviar el sufrimiento, al margen de las diferencias políticas, y por muy dispares que seamos. Espero que -la idea- no se ponga en práctica. Yo soy partidario de mantener los canales abiertos en todo el mundo, para conseguir una sociedad más saludable". Además de ese -loable- interés, los datos sobre innovación en el gigante asiático lo pintan como un elemento clave, con un peso creciente y difícil de ignorar.

Un reciente análisis de la consultora McKinsey indica que el país está atravesando un periodo de cambio en el cual se va a completar la evolución "de un mercado basado sobre todo en los medicamentos genéricos hacia un ecosistema en el cual se fomenta la innovación, con profundas implicaciones tanto para los pacientes como para las compañías farmacéuticas". A título descriptivo, recuerdan que el valor de las biofarmacéuticas innovadoras chinas con presencia en los índices bursátiles (Nasdaq, HongKong -HKEX- y Shanghai -STAR-) se ha disparado de los 3.000 millones de dólares a los 380.000 millones entre 2016 y 2021.

En su descripción del ecosistema de innovación de las firmas biofarmacéuticas chinas, McKinsey utiliza el índice CDII (del inglés China Drug Innovation Index).

En un sondeo anual que se llevó a cabo por primera vez en 2016, piden a expertos del sector que evalúen el mercado chino en cinco dimensiones que sientan las bases de un entorno "saludable" para la innovación: políticas -que incluyen reformas regulatorias y acceso al mercado-, innovación local, financiación, investigación y desarrollo e integración en los mercados mundiales.

Las valoraciones para cada uno de esos parámetros las realizan 129 expertos, de los cuales al menos dos tercios son CEO o altos cargos de compañías del ramo. En las series sucesivas de cada año, la puntuación de China ha ido mejorando progresivamente hasta alcanzar el 5,5 sobre 10. La comparación en la escala se realiza con la puntuación de Estados Unidos en las mismas variables, que es de 8 sobre 10. Dentro de todas las categorías analizadas, la que más ha mejorado en la economía china es la reforma de la regulación farmacéutica (de 4 en 2016 a 6,2 en 2020).

Este logro lo atribuyen los autores del informe, entre otras iniciativas, a las estrategias que el país ha puesto en marcha para acelerar la revisión de solicitudes para la aprobación de potenciales nuevos fármacos.

El personal que desarrolla su trabajo en el Centro para Evaluación de Medicamentos (CDE) ha pasado de 150 personas (en 2015) a más de 700 (en 2018), y a estos se suma el trabajo de más de 600 miembros de comités externos que colaboran en las tareas de la agencia.

En conjunto, este equipo reforzado ha logrado dar salida a los 20.000 expedientes que se encontraban atascados en el proceso, y solamente han necesitado dos años para lograrlo.

Además, la Administración Nacional de Productos Médicos (NMPA) introdujo en 2016 la figura de las revisiones prioritarias, un esquema en el que han entrado cada año más moléculas: un 14% de los expedientes en 2016 y un 77% en 2019.

"La innovación que produce China ha causado impresión en el mercado mundial, lo que explica que el índice de integración mundial haya mejorado progresivamente en el periodo analizado hasta alcanzar el 5,5", reza el documento. En los últimos 12 meses, las biotecnológicas del país han batido un récord de acuerdos de envergadura para la comercialización de fármacos innovadores (12 en total) con compañías farmacéuticas internacionales, con un valor promedio de 900 millones de dólares para cada uno de ellos. Estas alianzas muestran una fuerza acusada en el campo de la oncología.

De forma simultánea, biofarmacéuticas chinas siguen su avance en la integración con la puesta en marcha de estructuras más creativas, incluyendo acuerdos estratégicos para la financiación de iniciativas destinadas al fomento de la innovación.

Oelrich apuntaba en el encuentro organizado por el Financial Times que "aún" existe un cierto equilibrio de fuerzas entre Estados Unidos, Europa y China, al menos cuando se miran las publicaciones científicas: "Solo si somos capaces de traducir la generación de conocimiento en actividad industrial estaremos en una buena situación", añadía.

Asimismo, aprecia -o advierte- que está decayendo el clima de colaboración público-privada que dominó durante la pandemia: "Parece que ahora ya hay otras prioridades y estamos volviendo a la dinámica anterior". Es algo que considera un error. A su modo de ver, las autoridades tienen que dejar de considerar la innovación como un gasto y poner en valor las consecuencias de contar con una población sana.

También hablaba de colaboración público-privada y de comunicación entre todos los participantes en el mundo del medicamento el presidente de UCB, Jean-Cristophe Tellier, con el matiz de que "no hay que sentar a todo el mundo en el mismo momento y en la misma mesa, porque aunque mantengamos contacto con todos, los objetivos pueden ser diferentes". En el caso de los pacientes, añadía que "ahora que ya se les escucha, hay que dar el paso de hacer cosas con ellos".

En cuanto a las tendencias que merecen ser tenidas en cuenta, el informe señala tres: aceleración del proceso de desarrollo de nuevas terapias, una mayor diferenciación, y ambición por dejar huella en el paisaje de la innovación mundial.

En los últimos tiempos, muchas compañías chinas están acortando los plazos que los separan de las compañías del resto del mundo.

A esto habría que sumar, dentro de la tendencia a una mayor diferenciación, que se está realizando una inversión potente en plataformas tecnológicas para dar empuje a la innovación.

"Cabe esperar que, dentro de la tendencia a la integración en el mercado mundial, se establezcan nuevas alianzas, se realicen ensayos clínicos fuera de China y se desarrollen y comercialicen medicamentos innovadores descubiertos en el país para los pacientes europeos y estadounidenses. Como colofón, la innovación biofarmacéutica china está ganando reconocimiento en términos regulatorios en el resto del mundo.

En los últimos dos años han proliferado las aprobaciones de terapias creadas en China por parte de la FDA (la agencia estadounidense del medicamento). Entre ellas hay productos que se han aprobado por procedimientos acelerados, los que se destinan a medicamentos que sirven para atender necesidades médicas no cubiertas, y terapias disruptivas.

Europa pierde el paso en la carrera de la innovación

Padraic Ward, director internacional de Roche, considera que Europa está quedando rezagada en la pugna mundial por ser una región líder en innovación, y comparaba la situación actual con lo que sucede cuando el pinchazo de un neumático rueda es lo suficientemente pequeño para que vaya perdiendo presión sin que el conductor se dé cuenta de lo que está pasando. Ward recordó que hace dos décadas, la inversión en I+D en EEUU solamente superaba a la europea en 2.000 millones de dólares. La diferencia a fecha de hoy es de 25.000 millones. "Al mismo tiempo, la proporción de biotecnológicas emergentes en Europa está declinando, la mayoría de las nuevas firmas tienen sede en Estados Unidos y, cada vez más, vemos nacer compañías en China y el resto de Asia".

En su intervención en el foro de FT, ha lamentado que Europa no haya sabido reconocer el papel que la industria de ciencias de la vida debe desempeñar para ofrecer mejores resultados en salud a los pacientes y soluciones más sostenibles para los sistemas sanitarios. A la pregunta "¿Considera de verdad Europa que la innovación sanitaria es un sector estratégico?", respondía: "Desgraciadamente es posible que la respuesta sea no".

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Comentarios 2

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No aprendemos
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En Contra

Ya mismo me meto en el cuerpo pócimas hechas por los que han infectado al mundo de Covid.

Puntuación 2
#1
Aleister
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En Contra

A lo excr3m3nt0s autocráticos, como los chinitos de m13red4 y la b4sur4 genocida de ruzzia, ni agua...

Boycot a las empresas de allí no comprar, busca marcas de taiwan en todo caso. La basur4 ruza, no hay problema de comprarles nada, ya que no producen, destruyen:

https://airtable.com/shr9NqGkVlMjSqOZM/tbldUvNp7cLAmH8Lh?backgroundColor=blue&viewControls=on

Puntuación 1
#2