
Ante la saturación de las urgencias hospitalarias, los cierres parciales o totales de los centros de salud y la recomposición de las plantillas sanitarias, a raíz de la pandemia provocada por la covid-19, la ciudadanía recela en cada ocasión que requiere servicios médicos. No sabe adónde debe acudir, o si el malestar que sufre merece emplear tiempo y recursos de un sistema con atisbos de colapso.
Esta situación se agrava con episodios víricos como el que actualmente atravesamos, en el que coronavirus, gripe y casos de Virus Respiratorio Sincital (VRS) campan a sus anchas. En el caso del VRS, además, afectando más gravemente a uno de los colectivos más vulnerables: los niños. Por ello, es conveniente ofrecer una 'regla' mediante la cual saber si los síntomas que padecen los más pequeños deben tratarse en casa, en el médico o en el hospital.
En este sentido, desde la Sociedad Española de Urgencias de Pediatría (SEUP) han desarrollado una guía rápida mediante la que, de un vistazo, tener una orientación sobre si es conveniente acudir a urgencias de forma inmediata (y de forma no inmediata), o si es más conveniente aguardar a que el médico pediatra nos conceda una cita. Para ello, SEUP divide los síntomas a tener en cuenta en varios bloques, relacionados con el aspecto de la piel, la fiebre, dificultades respiratorias, hemorragias o comportamientos anómalos, entre otros.
??¿Cuándo debo acudir a Urgencias con mi hijo?
— SEUP (@TSEUP) November 21, 2022
???? Esta guía rápida para padres y cuidadores elaborada por @TSEUP trata de ayudarnos en esa decisión: pic.twitter.com/RW9s9WSwiR
Tres niveles de urgencia
Se debe acudir a urgencias de forma inmediata (o llamar al 112) si:
- La piel presenta mala coloración (palidez, piel moteada, coloración azul o grisácea) o si aparecen de forma súbita manchas en piel, hinchazón de labios o párpados (sospecha de alergia) con dificultad para respirar, vómitos o mareo.
- No responde a estímulos, presenta irritabilidad o somnolencia excesivas o si realiza movimientos anormales (convulsiones).
- Tiene graves dificultades para respirar (se marcan las costillas, respira muy rápido o pausas en la respiración, adormilado) o presenta atragantamientos y dificultad para respirar con vómitos o salivación constante.
- Presenta una herida profunda con sangrado abundante que no cede tras aplicar presión durante 10 minutos, una fractura abierta (se ve el hueso) o ha sufrido un golpe en la cabeza con pérdida de conocimiento.
Se debe acudir a urgencias si:
- Aparecen manchas rojas en la piel que no desaparecen al presionar o si aparecen manchas en piel o hinchazón de labios o párpados sin otros síntomas.
- El bebé menor de tres meses tiene fiebre por encima de los 38 ºC; si aparece fiebre que asocie cualquier ítem del apartado superior (piel, comportamiento, respiración); o si la fiebre es superior a 40,5 ºC.
- Sufre mareos o pérdida de fuerza, o si expresa pensamientos suicidas.
- Tiene graves dificultades para respirar (se marcan las costillas, respira rápido o hace pitido al respirar.
- El bebé menor de un mes rechaza las tomas de lactancia; si se producen vómitos persistentes o diarrea abundante y frecuente durante más de 24 horas con ojos hundidos y orina poco; si vomita de forma repetida y tiene dolores fuertes de cabeza; si ha ingerido un objeto, sobre todo pilas o imanes; o si sufre dolores fuertes y continuos de barriga que empeoran.
- Ha sufrido un traumatismo con deformidad aparente, una herida profunda que precisa sutura o ha ingerido productos tóxicos o ha sobreingerido medicamentos.
Se debe aguardar a la cita en pediatría si:
- Aparecen manchas en la piel que desaparecen al presionar.
- Tiene tos o mocos sin dificultad para respirar.
- El bebé de entre 3 y 24 meses tiene más de 39 ºC sin otros datos de alarma, o si la fiebre supera los 38 ºC durante más de 5 días.
- Tiene dolor en el oído durante más de dos días, si tiene rojez en el ojo o pico ocular.
- Vomita o desarrolla diarrea sin otros datos de alarma.
- Tiene un dolor de barriga intermitente.