En los últimos 20 años el consumo de tabaco a nivel global ha disminuido. Según datos de la OMS, el porcentaje de fumadores ha pasado del 32,7% en el año 2000 al 22,3% en 2020. Además, la organización prevé una reducción hasta el 20,4% en 2025.
No obstante, las cifras lo dejan claro: se sigue fumando demasiado, sobre todo, teniendo en cuenta que el 70% del cáncer con mayor mortalidad, el de pulmón, está relacionado con el consumo de tabaco. Por tanto, disminuir este hábito tendría un alto impacto en el número de pacientes oncológicos, principalmente entre los hombres, ya que la prevalencia en el uso del tabaco es mayor en varones, con un 36,7%, frente al 7,8% en mujeres.
Esta fue una de las conclusiones de la III Jornada Empresarial Salud Masculina: Prevención y diagnóstico precoz en la salud masculina, organizada por elEconomista.es y que contó con el asesoramiento médico de especialistas de MD Anderson Cancer Center Madrid.
En varones, los tumores han seguido siendo la principal causa de mortalidad en España (26,9%), por delante de las enfermedades cardiovasculares (22,4%) e infecciosas (16,8%), como revelan los datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).
"Si dejásemos de fumar, el cáncer de pulmón no sería lo que es", subrayó Pilar López Criado, jefa de la Sección de Tumores de Pulmón, Cabeza y Cuello y Melanoma, si bien remarcó que "el tabaco constituye la principal causa de cáncer evitable a nivel general. Ciertamente, los tumores de vejiga, cabeza y cuello serían mucho menos frecuente, incluso, podrían constituir una rareza".
A este respecto, Iñaki Martín-Valadés, jefe de la Unidad de Tumores Digestivos, coincidió en que "el tabaco se relaciona con muchos tumores del ámbito digestivo de todo tipo". Por tanto, disminuir las cifras de cáncer pasa, ineludiblemente, por adoptar hábitos de vida saludable.
En este contexto, la alimentación también juega un papel fundamental en la prevención de este tipo de enfermedades. Miguel Ángel Brito, del servicio de Endocrinología, destacó que "la obesidad está relacionada con muchísimos más tipos de cáncer y no solo en la aparición sino en la evolución posterior". De hecho, Iñaki Martín-Valadés recordó que "la obesidad aumenta el riesgo de cáncer colorrectal entre un 20% y un 40% y ese riesgo es mayor en hombres que en mujeres". Además, "esa obesidad complica la recuperación del paciente".
En este sentido, cuando hablamos de alimentación nos referimos a diferentes variables, como expuso Pedro Robledo, responsable del Área de Nutrición y Dietética: "Hablamos de hábitos, de costumbres, de formas de cocinado, de características regionales, del consumo en relación a raciones... La alimentación en sí misma ni es un factor prioritario en la terapéutica del cáncer ni es un factor desencadenante directo de un tumor". El experto señaló que el concepto de dieta ideal es aquel que reúne todos los componentes, por lo que a mayor variabilidad en la dieta, mayor protección.
En este punto, Brito remarcó que 2en los restaurantes comemos por encima de nuestras posibilidades, porque tendemos a elegir lo que nos gusta, no lo más sano, y con cantidades que superan notablemente a las del hogar". Una cuestión preocupante teniendo en cuenta que, según un estudio de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO), antes de la pandemia el 77% de la población española realizaba diariamente alguna de las tres comidas habituales fuera de casa. En esta línea Brito considera que "en España no tenemos suficiente conocimiento sobre cómo comer bien. Hemos aprendido más por inercia que por conocimiento. Hace falta educación nutricional".
Junto a los hábitos de vida saludable, el diagnóstico precoz sigue siendo fundamental para atajar la mortalidad asociada a las enfermedades oncológicas. Como puso de manifiesto Pilar López Criado, "el cribado en cáncer de pulmón disminuye un 20% la mortalidad". Sin embargo, en España no existe un protocolo de screening como sí lo hay en cáncer de colon.
En el caso del cáncer de próstata, el más frecuentemente diagnosticados en varones españoles, Carlos Núñez, jefe del Servicio de Urología, remarcó la importancia "de la determinación periódica del PSA (antígeno prostático específico) que es una proteína que forman las células prostáticas, y el tacto rectal". En el caso del cáncer de testículo, más frecuente en hombres entre 20 y 40 años, "la autoexploración suele ser suficiente".
No obstante, como indicó Fátima Castaño, psicooncóloga, "los hombres tienen un menor hábito de herramientas de autocuidado y esto incluye el ámbito mental". Para la experta es fundamental incorporar mayores campañas de sensibilización.
La salud mental importa
Una de las principales consecuencias del cáncer de próstata y que mayor estigma crea es la incontinencia urinaria. "Se conoce como la enfermedad silenciosa. Es una patología infradiagnosticada y que afecta a más de 200 millones de personas en el mundo desarrollado", reconoció Luis Resel, jefe de Sección de Endourología y Urología Funcional. Además, no solo les afecta a ellos mismos. Como remarcó Fátima Castaño, "el cáncer y sus secuelas no solo los sufre el paciente, sino toda la familia". Por ello, Núñez subrayó la importancia de hablar con el paciente antes de cualquier intervención para que sepa qué puede encontrarse, como es el caso de la impotencia y la incontinencia. "Hay que adecuar sus expectativas a lo que va a ser posible".
A este respecto, Resel remarcó que se ha avanzado mucho. Por ejemplo, de cara a la incontinencia existen alternativas como los procedimientos de sling suburetrales que subsanan la incontinencia. También existe el esfínter artificial. "Lo más importante es no equivocarse en la primera indicación", explicó Resel ya que, "una indicación errónea puede ser una mala solución en un momento dado", añadió Núñez.
Con todo, cada paciente debe tratarse de manera individualizada, de ahí que la denominada medicina personalizada sea cada vez más importante. Un aspecto que asimismo recalcó Castaño: "Si bien lo más frecuente es encontrar trastornos ansioso-depresivos en enfermos oncológicos, la psicología también debe adaptarse a cada paciente".
A los hombres les cuesta más asumir ciertos retos en su salud
"Parece que los hombres debemos tener suficientes razones para estar concienciados con las enfermedades oncológicas". Así comenzó su intervención Santiago González, director médico de MD Anderson Cancer Center Madrid, para poner sobre la mesa que los hombres son más reacios al autocuidado.
"Si atendemos a las cifras", continuó, "a lo largo de este año se habrán diagnosticado aproximadamente 280.000 canceres en la población española de los que 160.000 casos corresponden a hombres". González explicó que el riesgo que tienen los varones de padecer cáncer a lo largo de la vida, por el simple hecho de serlo, es mucho mayor frente a las mujeres. Con datos de SEOM, "si viviéramos 85 años, el riesgo de padecer un cáncer es de, prácticamente, un 50%, frente al 33% de las mujeres", sostuvo.
Esta realidad, por tanto, apremia a que los hombres se conciencien. "No se trata de estar asustados, sino de ser conscientes y de tener la capacidad de afrontarlo", indicó el director médico de MD Anderson Cancer Center Madrid, a lo que añadió que "solamente de la mano de los programas de prevención y de screening es como vamos a lograr tener un impacto sobre esto". Además, es importante incorporar hábitos de vida saludables, ya que juegan un papel clave para prevenir la aparición de estas enfermedades.
En España los cánceres más comunes en los varones son el de próstata, el de colon y recto y el de pulmón. A este respecto, los hombres son más reacios a acudir de manera preventiva al médico, lo que dificulta el diagnóstico precoz. "Como hombres nos cuesta más asumir ciertos retos en nuestra salud", concluyó González.