
Si en el año 2020 el número de muertes causadas por el cáncer en todo el mundo fue de casi 10 millones, dentro de dos décadas esta cifra aumentará hasta superar los 16,3 millones de casos, según un informe de la Sociedad Española de Oncología Médica. La investigación y la tecnología tienen las claves principales para frenar esta pandemia silenciosa que cada vez está cobrando más protagonismo en la sociedad. Entre las nuevas técnicas desarrolladas para tratar de una manera más efectiva los tumores destaca la protonterapia.
Un buen diagnóstico es imprescindible para encontrar el tratamiento adecuado y más efectivo posible, ya que cada tipo de tumor requiere un camino específico. Aunque los procedimientos más habituales para combatir el cáncer son la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia, en los últimos años estas técnicas se han completado con nuevas herramientas como las terapias biológicas, la inmunoterapia, la terapia génica o la protonterapia. Esta última es una forma de tratamiento de radiación que se usa para destruir las células tumorales. Se distingue de la radioterapia en que es mucho más precisa, es decir, se enfoca más en el tumor y dirige menos radiación al tejido sano cercano. Esto es posible porque los protones tienen un recorrido limitado.
Así, gracias a las propiedades físicas de los protones, es posible concentrar con precisión la dosis de radicación especificada por los oncólogos radioterápicos, logrando de esta forma, en muchos casos, un mayor control local de la enfermedad y un menor daño sobre el tejido sano adyacente. "El sistema utiliza un haz de alta frecuencia de irradiación, bien adaptado a la sincronización respiratoria y con pequeños haces que "pintan" el tumor con alta precisión y con intensidad modulada, la técnica más avanzada actualmente", explica el Dr. Alejandro Mazal de Quirónsalud.
Esta técnica está indicada especialmente en los casos en los que el uso de fotones implicaría riesgos excesivos para los pacientes. La Sociedad Americana de Oncología Radioterápica (ASTRO) justifica la aplicación de la protonterapia en los tumores de difícil acceso o que están rodeados de estructuras vitales, como pueden ser los tumores oculares, en los que se incluyen melanomas oculares que necesitan altas dosis para curarse, pero están rodeados de estructuras sensibles. Los tumores cercanos al cráneo son difíciles de extirpar y también resistentes a las dosis de radioterapia convencional que no se pueden aumentar por la sensibilidad de los nervios ópticos y el tronco cerebral. En este grupo también se encuentran los tumores de la médula espinal o los tumores en la población pediátrica.
Esta tecnología se encuentra en más de 80 centros en todo el mundo, con la que ya se han tratado a más de 200.000 pacientes. En España, el Grupo Quirónsalud, a la vanguardia en oncología, ha sido el primero que ha incorporado esta tecnología. El Centro de Protonterapia Quirónsalud abrió sus puertas a finales de 2019 y ese mismo año trató al primer paciente en España con este tipo de radioterapia avanzada. En el primer año trataron más de un centenar de pacientes, el 60% pediátricos.
El sistema Proteus One se utiliza en el 70% de los centros que ofrecen esta terapia en todo el mundo y permite que toda la tecnología se agrupe en una única sala
A pesar de que parezca una técnica novedosa, este sistema tiene más de 70 años de recorrido desde que se usara por primera vez en 1950 en Estados Unidos. Sin embargo, no ha sido hasta ahora que se había mantenido como una técnica exclusiva solo disponible en Europa en países como Suiza, Alemania, Francia o Países Bajos.
Quirónsalud ha apostado por esta técnica y ha incluido el sistema Proteus One, utilizado por el 70% de los centros que ofrecen esta terapia en todo el mundo, que permite a diferencia de otros sistemas de terapia de haz de protones, que toda la tecnología necesaria para el tratamiento se agrupe en una sala multifuncional en la que se ubican la sala de energía, la de protonterapia, la sala de tratamiento y la de control. De media, una sesión suele durar unos 20 minutos, excepto en los niños que durará 40 minutos por la anestesia.
El sistema SDX, desarrollado por DYN'R Medical Systems, es particularmente efectivo a la hora de optimizar el tratamiento de determinados tipos de cáncer, como los de pulmón, mama e hígado, ya que incorpora la medición directa del volumen pulmonar. "Esto permite controlar la posición del volumen de irradiación en relación con el movimiento respiratorio y guiar la administración de los haces de protones de forma precisa, en tiempo real, evitando así que se irradien tejidos sanos no afectados u órganos vitales situados cerca del tumor. Asimismo, el haz de protones se puede interrumpir de manera inmediata en caso de detectar un movimiento interno no deseado", explica el Dr. Juan Antonio Vera, físico médico del Centro de Protonterapia Quirónsalud.
La Comunidad de Madrid, consciente de la importancia que tienen este tipo de avances en el sector, ha dado un paso al frente e instalará nuevos equipos de protonterapia en los hospitales de La Paz y Fuenlabrada. En este último se instalará una de las unidades, que constará de un acelerador de protones y una sala de tratamiento dotada de brazo giratorio, camilla robotizada y sistemas de imagen radiológica, que permitirán irradiar a los pacientes de forma muy precisa desde cualquier dirección.
En el caso del Hospital La Paz, la Unidad de Protonterapia se sumará a los equipos ya existentes en este centro, lo que convertirá a La Paz en el primer hospital español en disponer de todas las tecnologías radioterápicas disponibles en la lucha contra el cáncer. De esta manera, el Servicio de Oncología Radioterápica, así como el de Radiofísica y Radioprotección contarán con las últimas técnicas para atender cualquier tipo de proceso con indicación de este tipo de tratamiento. La colaboración de la Fundación Amancio Ortega en su implantación en el Sistema Nacional de Salud se establece en el convenio firmado a mediados del pasado mes de octubre con el Ministerio de Sanidad y siete comunidades autónomas, entre ellas Madrid, para la donación de un total de 10 equipos de radioterapia de protones por valor de 280 millones de euros.
Las células CAR-T han supuesto una verdadera revolución en el tratamiento de los tumores de la sangre, como es el caso de las leucemias o los linfomas
Además de la protonterapia, existen múltiples tecnologías que han favorecido a la detección precoz de estas enfermedades. Desde hace varios años, el estudio de los datos se ha convertido en una herramienta muy importante en la lucha contra el cáncer. Es así como con el desarrollo del big data, el análisis de gran cantidad de información sobre cada tipo de tumor ayuda a ampliar los efectos de la inmunoterapia, a evitar la resistencia a las terapias aplicadas e incluso a prevenir fenómenos como la metástasis.
Desde CRIS contra el cáncer consideran que estamos viviendo un momento interesante en el desarrollo de nuevas terapias contra el cáncer. De manera general, cuando se habla de inmunoterapia contra el cáncer "nos referimos a un gran número de estrategias que buscan reconducir a nuestro sistema inmunitario para que combata los tumores de manera más eficaz", explica Jesús Sánchez, director de proyectos de CRIS contra el cáncer. De hecho, varios ejemplos de las estrategias más punteras se desarrollan en la Unidad CRIS de Inmuno-oncología del Hospital Universitario 12 de Octubre. Por ejemplo, algunas de esas terapias buscan despertar y revitalizar a células del sistema inmunitario que el tumor había logrado adormecer.
Otro de los avances más destacados se encuentra en las células CAR-T. "Estas células han supuesto una auténtica revolución en el tratamiento de los tumores de células de la sangre (como leucemias, linfomas, etc)", indica Sánchez. Estas estrategias consisten en introducir en células del sistema inmunitario una especie de radares moleculares que les permiten identificar y eliminar a las células tumorales con enorme eficacia. La Unidad CRIS de Inmuno-oncología del Hospital 12 de Octubre y la Unidad CRIS de Terapias Avanzadas en Cáncer Infantil del Hospital la Paz han resultado claves en el desarrollo de estas terapias y el inicio de su aplicación en España.
La inmunoterapia, las terapias celulares y otras aproximaciones similares han supuesto una revolución, aunque todavía tienen mucho terreno que recorrer. "Algunas de estas terapias, como las células CAR-T, pueden provocar una mejora muy rápida y potente, pero muchos de esos pacientes recaen más adelante", alerta Jesús Sánchez. Lo importante es ser conscientes de que no es un reto inalcanzable, siempre y cuando se apoye la investigación.