La irrupción de la pandemia de Covid-19 trajo consigo grandes retos para el Sistema Nacional de Salud (SNS), obligándolo a adoptar una serie de reformas para liderar la transición digital y tecnológica de los equipos sanitarios. Los fondos europeos Next Generation condicionan las reformas estructurales de la sanidad y el Gobierno de España estima destinar 4.949 millones del total (140.000 millones) para aumentar y mejorar las capacidades del SNS. Por tanto, el porcentaje de fondos destinados a la renovación del sistema sanitario se sitúa en el 7'1%.
La renovación tecnológica de los equipos sigue siendo una tarea pendiente para la Administración y una de las principales exigencias de estos fondos se materializa en la renovación y la modernización del sistema sanitario para reforzar su capacidad y resistencia en materia de infraestructuras, productos médicos y trabajadores sanitarios.
España cuenta con el Plan de Información, Transformación y Resilencia (España Puede) para distribuir los fondos europeos. Este se divide en 4 ejes y en 10 políticas palanca. En el ámbito de la sanidad, la palanca 6 es definida como el "Pacto por la ciencia y la innovación. Refuerzo de las capacidades del SNS" y tiene el objetivo de impulsar una Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial, reformar y fortalecer las capacidades del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, así como mejorar y ampliar las capacidades del SNS.
Las inversiones están enfocadas en la renovación de equipos de alta tecnología, la necesidad de la promoción y prevención de la salud, el aumento de las capacidades ante cualquier situación de crisis sanitaria, el fomento a los profesionales y su formación, la racionalización en el consumo de los productos sanitarios y de los medicamentos y los data lake sanitarios (grandes repositorios de información sanitaria).
"Nuestro sistema de salud requiere una ampliación de sus recursos tecnológicos. Con este plan, el SNS manifiesta que es fuerte y capaz de afrontar una crisis sin precedentes, como fue la pandemia de Covid-19, pero también ha puesto en evidencia algunos retos y dificultades que tiene que afrontar el sistema en un futuro", señala Susana Álvarez Gómez, Subdirectora General de Contratación del Servicio Madrileño de Salud.
El Plan INVEAT (Inversión en Equipos de Alta Tecnología Sanitaria en el Sistema Nacional de Salud) es otro ejemplo de que los fondos europeos se pueden vincular a la innovación tecnológica. Su objetivo es mejorar la situación de obsolescencia que sufre una parte de la tecnología sanitaria y aumentar las capacidades en un 15% de la densidad de equipos por 100.000 habitantes. España ha invertido 796, 1 millones en este plan, pero hay mucha tecnología obsoleta que no entra dentro.
"Es una muy buena noticia que tengamos un Plan INVEAT, pero tendríamos que tener otro plan con todos aquellos equipos tecnológicos que no han sido renovados y con nivel de inversión sostenible que no tenemos. Nuestro parque tecnológico es obsoleto", concluye Pablo Crespo de la Cruz, Chief Operating Officer de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (FENIN).
El aprovechamiento de estos fondos es un reto que le corresponde a las autoridades españolas. La posibilidad de mejorar las condiciones del SNS pasará por el cumplimiento de los plazos y requerimientos estipulados por Europa.