
Lujo y belleza son sinónimos de crecimiento. Este mercado continúa con su tendencia de buena bonanza, superando las cifras del año 2016 y situándose en 2017 en una facturación total de 453.000 millones de euros. Según el último informe de Luxury and Cosmetics financial factbook de EY las expectativas de crecimiento son de un 4% en 2021, superando los 510.000 millones de euros.
Las empresas de cosmética han visto aumentar un 18% de media su capitalización de mercado en relación al año anterior. Destacan los crecimientos en más de un 40% de Estée Lauder y Shiseido, quienes junto a L'Oréal y Beiersdorf mantienen su liderazgo. La tasa de crecimiento a largo plazo (Long Term Growth LTGR por sus siglas en inglés) ha disminuido ligeramente al 2,2% en 2018, motivado por las tensiones geopolíticas vividas al inicio de 2018, mientras que el WACC disminuye de media del 8,7% al 8,3% entre 2016 y 2017, respectivamente.
A pesar de la crisis, el sector ha mantenido relativamente estable la tasa de crecimiento. El informe de EY también desvela que durante el periodo 2010-2013 la tasa de crecimiento (CAGR en sus siglas en inglés) era de más de un 7% en el segmento high-end luxury, para los próximos años 2017-2021 se espera una tasa de un 3%. El mercado de la cosmética alcanzó los 51.000 millones de euros en 2017, frente a los 49.000 millones de 2016.
Según el Euromonitor Internacional de 2017, los cosméticos y el cuidado de la piel a nivel mundial siguen siendo el segmento más fuerte y los expertos pronostican que sumarán 6.000 millones de dólares (5.200 millones euros) y 12.000 millones de dólares (10.400 millones de euros) en ganancias absolutas, respectivamente. Las regiones clave serán América del Norte y Europa Occidental.
A nivel español, según los últimos datos (2017) de la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética, los perfumes mantienen su buen momento, liderando el crecimiento del sector con un 5,4% más de ventas que el año anterior. Además, el consumo de pintalabios arrasa con un 13,5% más de unidades vendidas. El maquillaje facial es, por su parte, el producto con más peso en esta categoría (el 38,8%). En 2017 creció un 4,6%. Los hombres han irrumpido en este mercado con mucha fuerza. Gastan mucho más en perfumes, especialmente de alta gama, con un 7% más de ventas para esta categoría.
Los productos para el cuidado de la piel aumentaron ligeramente sus ventas (1,19%) y mantienen su peso como categoría de mayor consumo (28% del total). El consumidor español apuesta mayoritariamente (53%) por canales donde puedan recibir asesoramiento: farmacias, perfumerías especializadas, peluquerías, centros de estética, etc. en productos como cremas, maquillaje o perfumes, dejando la compra de productos de higiene y aseo para su compra en supermercados. El modo de venta minorista domina el mercado de los cosméticos y se espera que gane fuerza en los países en desarrollo como Japón, India y China.
Cabe destacar que España también es un referente mundial a nivel exportaciones. Se sitúa en el ranking de los top ten exportadores mundiales de productos de belleza. Las cifras de exportación del sector alcanzaron, en 2017, los 3.900 millones de euros, con un crecimiento del 10,5% con respecto al año anterior, lo que las sitúa por encima de sectores tan emblemáticos como el vino o el calzado y al nivel del aceite de oliva, que también tuvo un crecimiento espectacular en el último año.
El 54% de las exportaciones se dirige a la UE, con Portugal, Francia y Alemania a la cabeza, y el 46% restante a otros destinos extracomunitarios (por orden de importancia): EEUU, Emiratos Árabes, Hong Kong, México, Rusia, Chile y Marruecos. China también es un país con gran presencia de marcas españolas. Esta consolidación de la cosmética se debe, especialmente, al crecimiento exponencial de marcas nacionales que venden a través de las plataformas CBEC (comercio electrónico transfronterizo-cross border e-commerce), además de marcas re- conocidas a nivel internacional que ya llevan años presentes allí.
Innovación
La evolución de los estilos de vida de los consumidores han impulsado que este sector crezca de manera vigorosa. Las decisiones de compra están cada vez más motivadas por la búsqueda de una vida saludable y un consumo verde, donde lo natural abarca más ampliamente para incluir productos con ecocredenciales, fuentes sostenibles y etiquetas limpias. Esto está impulsando la personalización en la belleza, reforzada por una tecnología inteligente que está catapultando el estilo de vida deseado. La búsqueda de la prevención y el bienestar está impulsando la innovación más allá de los cosméticos. Además, el segmento de dermocosmética resistente está impulsando marcas, como Rodan + Fields y La Roche-Posay, que crecieron en dos dígitos en 2016, pero también canalizan la innovación en esta dirección.
Más novedosos para la industria de la belleza son los productos formulados con probióticos vivos que pretenden actuar en cuestiones de cuidado de la piel al ayudar a equilibrar la flora bacteriana de la piel.
Los dispositivos de belleza continúan avanzando. En 2016, se vendieron 8.300 millones de limpiadores faciales eléctricos a nivel mundial, lo que refleja la creciente búsqueda de soluciones inteligentes, con la personalización que desempeña un papel crucial en la innovación de dispositivos, para ayudar a los usuarios a desarrollar hábitos diarios, realizar un seguimiento de los resultados y utilizar productos que coincidan exactamente con sus productos. Asimismo, a medida que mejoran los estándares, el lujo se está volviendo más accesible para los consumidores comunes, especialmente los millennials, que tienden a estar a la vanguardia de los cambios en el estilo de vida. El 80% de los ciudadanos europeos identifica los productos de cosmética y los productos de cuidado personal como importantes o muy importantes en la construcción de la autoestima.