
La investigación científica en materia de salud es una de las principales líneas de actuación de la Fundación Mutua Madrileña. Desde su puesta en marcha en 2003 ha desarrollado más de 1.400 estudios clínicos que ha apoyado económicamente con más de 60 millones de euros, una aportación que ha ayudado a mantener la actividad investigadora en nuestro país.
Este año, la Fundación Mutua, que preside Ignacio Garralda, ha aumentado cerca de un 18% la dotación de sus ayudas, hasta los dos millones de euros, con el fin último de contribuir a la mejora de la salud de la sociedad.
La Fundación Mutua centra sus ayudas en cuatro áreas de especialidad: vías de mejora para la donación de órganos para trasplante, traumatología y sus secuelas, -incluidas las neurológicas y las derivadas de accidentes de tráfico-, enfermedades raras que se manifiestan en la infancia y oncología, cada año centrada en un tipo de tumor y que en 2019 será el de páncreas.
Para favorecer el alcance de los estudios, la fundación dedica a partir de este año una partida específica para los proyectos desarrollados en colaboración entre varios equipos de investigadores pertenecientes a, al menos, cuatro comunidades autónomas. Con ello se incentiva los estudios colaborativos, -en cualquiera de las cuatro áreas de especialidad anteriormente citadas-, realizados a mayor escala, y por tanto con más consistencia en sus hallazgos y conclusiones.
Los estudios clínicos seleccionados son elegidos por el comité científico de la Fundación Mutua, que preside el doctor Rafael Matesanz, atendiendo a criterios de interés general y teniendo especialmente en cuenta aquellos proyectos en los que el investigador principal sea menor de 40 años.
En estos años de apoyo de la investigación por parte de la Fundación Mutua algunos de los proyectos se han concretado en importantes avances, siendo algunos de ellos:
Trasplante cardiaco
La Fundación Mutua financia desde 2014 el desarrollo de un registro nacional de enfermos con asistencia ventricular en espera de un corazón. En él participa la totalidad de los equipos españoles de trasplante cardiaco de adultos y sus conclusiones han servido para redefinir los criterios de inclusión en lista de espera de trasplante cardiaco urgente de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT).
Los doctores Eduardo Barge y Marisa Crespo, cardiólogos del Hospital Universitario de A Coruña, coordinan este registro que reúne la experiencia de todos los equipos españoles de trasplante cardiaco de adultos desde 2010, para unificar los criterios a la hora de elegir la prioridad de los pacientes que van a recibir un corazón.
En el último año, gracias a una nueva Ayuda de la Fundación Mutua Madrileña, los investigadores del Hospital Universitario A Coruña han puesto en marcha un estudio observacional multicéntrico en el que se recoge información clínica exhaustiva sobre los pacientes que están en lista de espera urgente ("código 0") y que han recibido un dispositivo de asistencia. Un paso más para reunir la información que permita tomar las mejores decisiones para estos pacientes.
Lesch-Nyhan
Uno de los estudios apoyados económicamente por la Fundación Mutua Madrileña en el área de las enfermedades raras ha permitido conocer más a fondo y explorar posibles terapias para la enfermedad de Lesch-Nyhan. Esta patología está causada por un defecto metabólico que provoca en las personas que lo sufren un deseo compulsivo de autolesionarse.
En el Hospital Universitario La Paz de Madrid han diagnosticado unos 50 casos, la serie más extensa del mundo, donde hay unos 600 casos en total. El equipo de los doctores Juan Puig y Rosa Torres ha seguido clínicamente todos estos casos y también ha estudiado la enfermedad en el laboratorio en busca de una posible terapia.
Otras enfermedades raras
La porfiria es otra de las enfermedades raras cuya investigación apoya la Fundación Mutua. El equipo del doctor Antonio Fontanellas, investigador del CIMA Universidad de Navarra, lleva años aplicando la biología molecular a esta enfermedad causada por el defecto de un gen que acaba atacando al hígado.
El apoyo a este tipo de estudios ha permitido, en el caso del equipo del doctor Fontanellas, poder identificar el gen que está mutado y desarollar una terapia génica para corregirlo.
Dicha terapia ha funcionado en estudios de experimentación y, si todo sigue su curso, pronto se podrá validar en humanos.