
La contaminación del aire en las ciudades es un problema de salud pública. Según los datos de la Agencia Europea de medio ambiente, en 2019 más de 300.000 personas murieron prematuramente en Europa a causa de la contaminación por partículas finas. El objetivo marcado por la Unión Europea de alcanzar en 2050 las cero emisiones netas ha acelerado la transición hacia nuevos patrones de movilidad en los núcleos urbanos y fuera de ellos. La clave es buscar alternativas dentro de este campo con el objetivo de descarbonizar la economía.
Los objetivos están claros pero los compromisos tienen que ser adquiridos por la sociedad en su conjunto, tanto a nivel institucional como por parte de las empresas de la población. En este sentido, las empresas energéticas como Iberdrola mantienen un firme compromiso con la descarbonización con el objetivo de generar ambientes más saludables para las personas en las ciudades y fuera de ellas.
La compañía está llevando a cabo un Plan de Movilidad Sostenible con el fin de impulsar la movilidad eléctrica, ofreciendo soluciones de recarga para fomentar la adquisición de vehículos eléctricos.
Desde el año 2010, Iberdrola cuenta con un equipo de personas especializadas en este sector tan incipiente y necesario. Bajo el paraguas de Smart Mobility de Iberdrola, la eléctrica se ha marcado como objetivo generar un ecosistema de recarga en el que el coche eléctrico encuentre su hábitat perfecto. Estos puntos situados en la vía pública son la base de este plan. De esta manera es como ayudan a romper esa barrera que frena a las personas a adquirir vehículos eléctricos, ya que están dotando de infraestructuras de recarga pública abierta a lo largo de todas las vías de los principales núcleos urbanos y destinados a todos los usuarios de cualquier tipo de vehículo eléctrico.
La directora global de Smart Mobility de Iberdrola, Raquel Blanco, explica que para llevar a cabo este proyecto "Iberdrola va a destinar una inversión de 150 millones de euros. La apuesta se concreta en acelerar el despliegue de infraestructura de recarga ultra rápida (350 kW), súper rápida (150 kW) y rápida (50 kW)". A esto se suma la aplicación móvil de recarga pública de Iberdrola, una herramienta perfecta para planificar viajes con el coche eléctrico. Este recurso monitoriza la mayoría de puntos de recarga disponibles a lo largo de la geografía española, no solo los de Iberdrola; controla su estado y si están operativos o siendo usados por otra persona en tiempo real. Además, indica cuántos y qué tipo de cargador tiene cada estación y el precio a pagar por la recarga. Y ese pago se hace desde el móvil, a través del cual también se puede reservar el cargador.
Un hito que demuestra este compromiso de Iberdrola con la movilidad eléctrica es la inauguración, este mismo año, del mayor hub de recarga ultrarrápida para vehículos eléctricos que existe en el sur de Europa. El hub, que nace gracias a la colaboración con Porsche, está ubicado en un emplazamiento estratégico en la autovía A-70, en Elche, junto al aeropuerto, al a Institución Ferial de Alicante y Elche Parque Empresarial. La instalación cuenta con una potencia nominal total de cuatro megavatios y tiene cuatro cargadores de 400 kW y otros 12 de 200 kW.
Es importante destacar, también, que toda la energía de la red de recarga pública de Iberdrola proviene de fuentes 100% renovables, con garantía de origen. Por tanto, el círculo de la movilidad con cero emisiones se cierra completamente.
Soluciones para todos
El plan de Smart Mobility de Iberdrola tiene un objetivo transversal y busca dotar de soluciones en todos los ámbitos. Smart Mobility Hogar, por ejemplo, ofrece soluciones a particulares. Raquel Blanco explica que se "ofrecen varios servicios" adaptados a las necesidades del cliente, "desde un equipo básico al mejor precio, a equipos más sofisticados con funcionalidades como la programación horaria, balanceo de potencia, capacidad de bloqueo y muchas otras opciones". Este Plan Vehículo Eléctrico consta, también, de una tarifa de energía que permite cargar 100 kilómetros por 0,50 euros sin generar ningún tipo de emisión. Además, Iberdrola se encarga de todo, también de gestionar las subvenciones que el cliente pueda tener derecho como, por ejemplo, el plan MOVES III para infraestructura de recarga.
En el ámbito de las empresas, la compañía crea un ecosistema que permite cubrir todas las necesidades que pueda tener cada empresa en su proceso de migración hacia la movilidad eléctrica, tanto las de clientes como de empleados: "la experiencia nos ha demostrado que la clave es ofrecer el máximo número de soluciones y tener un rico ecosistema del que poder hacer uso adaptándolo a cada caso", asegura Raquel Blanco. Tanto empresas como empleados "son un puntal crítico en nuestra estrategia de negocio en movilidad", señala la directora de SmartMobility.
Finalmente, en el transporte urbano, Iberdrola trata de acompañar a las flotas que circulan por las ciudades para conseguir ese objetivo de emisiones cero y así llegar a unas urbes más limpias y menos contaminadas. Las soluciones pasan por la ayuda a electrificar las cocheras con elementos modulares e integrales, pasando por afrontar el desafío de la intermodalidad urbana, ofreciendo soluciones de micromovilidad y movilidad personal como Bancos de Carga Smart para baterías multimarca de moto o Aparcamientos de Carga y Guarda segura para bicicletas y patinetes.
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