Salud

El maná europeo es necesario para las reformas del sistema

  • El Perte de Salud tiene 1.469 millones de los que 982 son públicos
  • La Aemps publicará la lista de medicamentos esenciales el 15 de mayo
  • El plan Inveat actualizará el parque tecnológico de los hospitales españoles
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Tras la pandemia, Europa ha presupuestado fondos para los distintos países con el objetivo de reforzar los sistemas de producción y servicios. La salud en España necesita de este maná para acometer las reformas que lleva tiempo necesitando.

El maná europeo es la esperanza para dar un impulso necesario a la sanidad en España. No solo desde el punto de vista asistencial, que también, sino también para tratar de acabar con varios hándicaps que arrastra el sistema desde hace años.

Fue el quince de noviembre cuando se aprobó el Perte de Salud de Vanguardia. Aquel paquete de medidas nació con una dotación de 1.469 millones de euros. Se trata del segundo plan que anunciaba el Gobierno tras el de automoción y fue aprobado por el Consejo de Ministros pocas semanas después. Desde entonces hasta hoy, ha habido pocos movimientos, y gran parte de la ayuda se espera que se vehiculice durante los meses que restan de 2022.

El día de la presentación se estableció que el periodo de desarrollo de este proyecto sería hasta el año 2023 y el presupuesto público será de 982 millones, mientras que 487 millones llegarán desde el sector privado. Una de las prioridades que marcó el presidente del Gobierno fue la de conseguir autonomía industrial que durante años se ha ido perdiendo en Europa en materia de fabricación de medicamentos. "Se trata de posicionar a España en líder en el desarrollo de terapias avanzadas", dijo entonces el presidente del Gobierno.

Desde entonces, se ha aprobado la Estrategia Farmacéutica Europea, muy en línea con el propósito antes descrito. Este objetivo no solo vincula a las 82 fábricas que existen en España. También necesita del concurso de los hospitales y de sinergias público privadas que permitan al país seguir reinando en la atracción de inversiones para ensayos clínicos de medicamentos. En este capítulo jugará un papel importante la fabricación pública de terapias. Uno de los ejemplos es la creación de la primera CAR-T pública, una innovadora terapia contra el cáncer, en el Hospital Clínic de Barcelona. Para ello, se pedirá el concurso de la industria para que apoye también el desarrollo con su músculo financiero.

Horizonte a corto plazo

Junto a esto, otra de las prioridades que se marcará España en los próximos dos años es impulsar la digitalización del Sistema Nacional de Salud. Si bien no hay mucha aclaración sobre el cómo, sí que se tratará de explorar los datos clínicos para poder mejorar el abordaje de las enfermedades, desde el diagnóstico al tratamiento. "Queremos una atención sanitaria a medida de cada ciudadano", resumió la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant.

Durante el acto de la presentación del Perte en noviembre también se dio voz al sector industria. El presidente de Farmaindustria, Juan López-Belmonte, pidió celeridad a la hora de desarrollar este Perte. "La sanidad es la mejor inversión económica y social. No podemos despistarnos, otros países también están desarrollando iniciativas.", dijo, al tiempo que se mostró convencido que junto a los proyectos de transición ecológica, serán el motor de crecimiento futuro. En cuanto a fabricación pura, que es una de las ramas de actuación de la industria en este proyecto, López Belmonte explicó que "podemos ser uno de los líderes en terapias maduras como innovadoras".

Desde entonces ha habido pocos movimientos definitivos. La Agencia Española del Medicamento trabaja en el listado de medicamentos esenciales para su producción local. Sin embargo, parece haber poco movimiento respecto a uno de los pilares fundamentales de España en este campo: los ensayos clínicos.

Hace diez días se produjo la primera reunión pública para tratar de desarrollar el proyecto. La ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, y la ministra de Sanidad, Carolina Darias, se reunieron con los agentes del sector sanitario en el acto de constitución de la Alianza Salud de Vanguardia, "cuyo objetivo es reforzar la colaboración y coordinación entre administraciones públicas, comunidades autónomas, sociedades científicas, asociaciones empresariales y de pacientes y avanzar juntos en la ejecución del PERTE para la Salud de Vanguardia, dijeron ambos ministerios al término de la reunión.

Colaboración público-privada

Durante su intervención, Morant destacó la colaboración público-privada como elemento clave para impulsar, a través de la ciencia y la innovación, la creación de un sistema sanitario de altas prestaciones basado en la Medicina de Precisión, las terapias avanzadas y la Inteligencia Artificial. El problema de este aspecto es que, según se ha podido saber, hay excesivo celo en hacerlo desde el ámbito público cuando, al final, se necesitará del músculo financiero de las grandes farmacéuticas para que llegue a buen puerto.

Por su parte, Darias señaló que este Perte significa una apuesta decidida por la modernización y transformación del país para mejorar la vida de la gente, a través de la ciencia y la salud. "Cualquier sistema sanitario del presente y del futuro debe estar asentado en tres pilares: ciencia, tecnología y capacidades", dijo. Además, ha afirmado que con esta inversión se logrará más accesibilidad, mejores diagnósticos y en estadios más tempranos de la enfermedad.

La Alianza Salud de Vanguardia se celebrará con una periodicidad cuatrimestral con el fin de hacer seguimiento del despliegue de los instrumentos de inversión y actuaciones programadas. También servirá para emitir recomendaciones sobre el desarrollo de este proyecto estratégico y como foro de discusión para facilitar el intercambio de ideas entre los actores implicados, especialmente, en el marco de la co-programación y cofinanciación de proyectos.

Sin embargo, a las buenas intenciones y palabras deben añadirse acciones concretas. Si bien es cierto que con el dinero europeo se está trabajando en la renovación de un obsoleto parque de tecnología sanitaria en los hospitales, lo demás está muy en el aire. Es más, el proyecto descrito, denominado Inveat, debe consumarse antes de septiembre de 2023 o los fondos destinados tendrán que devolverse. Esto conlleva no solo la adjudicación de un determinado equipo, sino que esté a pleno funcionamiento. En el sector existe el temor que esto no ocurra porque no sería la primera vez que un equipo puntero oncológico se adjudica pero el hospital que lo recibe debe acometer reformas que a veces se prolongan por culpa de la burocracia.

El Plan Inveat (Inversión en Equipos de Alta Tecnología Sanitaria en el Sistema Nacional de Salud) es otro ejemplo de que los fondos europeos se pueden vincular a la innovación tecnológica. Al final, su objetivo es mejorar la situación de obsolescencia que sufre una parte de la tecnología sanitaria y aumentar las capacidades en un 15% de la densidad de equipos por 100.000 habitantes. España ha invertido 796, 1 millones en este plan, pero hay mucha tecnología obsoleta que no entra dentro. "Es una muy buena noticia que tengamos un plan, pero tendríamos que tener otro plan con todos aquellos equipos tecnológicos que no han sido renovados y con nivel de inversión sostenible que no tenemos", dice Pablo Crespo de la Cruz, de Fenin.

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