España se sitúa a la vanguardia de los servicios digitales en el panorama internacional. El informe Smart Health Systems International comparison of digital strategies, de la Fundación Bertelsmann, ubica a nuestro país en el quinto lugar, por detrás de Estonia, Canadá, Dinamarca e Israel, (de un total de 17) de entre los países donde las tecnologías digitales ya son comunes de forma práctica y están implementadas a nivel nacional, como son los sistemas de identificación, historia clínica y recetas digitales, los portales de pacientes y la cita electrónica.
En este sentido, Luisa Bautista, managing director de Salud de Accenture, cuenta a elEconomista, que tras estos dos años "todos somos más conscientes de la necesidad de tener una sanidad eficiente, accesible y de calidad en los resultados". Algunos actores, destaca Bautista, "ya han tomado nota de este cambio de perspectiva". "Las restricciones impuestas a causa de la pandemia aceleraron el proceso y el sector adoptó, prácticamente de la noche a la mañana, la tecnología digital", para, por ejemplo, "permitir solicitar citas virtuales adaptándose a la situación".
De hecho, una reciente encuesta de Accenture sobre salud digital y sector farmacéutico, muestra la posición aventajada de España en la eclosión de servicios digitales aplicados al sector sanitario. Según esta encuesta, la digitalización ha venido para quedarse, "siempre y cuando aporte un valor adicional para los pacientes y los profesionales sanitarios".
Los españoles se sitúan entre los ciudadanos europeos más propensos a aceptar el uso de las nuevas tecnologías
Según estos datos, los españoles se sitúan entre los ciudadanos europeos más propensos a aceptar el uso de estas nuevas tecnologías en los servicios sanitarios que así lo requieran. Sin embargo, para muchas personas, el avance de lo digital puede resultar un hándicap respecto a la atención y el "calor" humano que pueden ofrecer las citas médicas convencionales. Por ello, es primordial que ambas áreas (digital y humana) converjan en un todo cuyo beneficiario sea el paciente.
En este sentido, los ciudadanos españoles buscan un profesional sanitario que les explique su enfermedad y tratamiento con claridad; o que escuche y les brinde apoyo emocional. También valoran que la atención y la comunicación por parte de los profesionales médicos y su personal estén bien coordinadas. Un toque humano fundamental que marca la experiencia del paciente, y son cuestiones que no deben pasarse por alto en un sistema de salud digitalizado. De hecho, la confianza del paciente en el sistema sanitario que le brinda esta digitalización de servicios es una de las claves para su elección.
No obstante, destaca Bautista, "lo digital por si solo no puede definir la experiencia sanitaria del futuro. Los pacientes siguen valorando la eficiencia y la privacidad de sus datos, así como el apoyo emocional y las explicaciones claras de su médico", aspectos que, según destaca, "la tecnología por sí sola no puede cubrir". Las herramientas digitales contribuyen a que en determinadas situaciones no sea necesario elegir entre "resultados, accesibilidad y eficiencia, pero el lado humano es irrenunciable", incide.
En los últimos años, señala Núria Sabaté, managing director de Life Science de Accenture, ha habido un aumento "del conjunto de herramientas que intervienen en el proceso asistencial, desde las consultas virtuales con médicos, las apps de salud o las historias clínicas electrónicas", que, destaca "son las funcionalidades más utilizadas". En general, el grado de adopción de las tecnologías sanitarias en España es más alto que la media global de encuestados y a su vez solo el 6% de la población se negaría a utilizar estas herramientas respecto al 12% del global, según la encuesta de salud digital.
Aplicaciones
El efecto de la Covid-19 planteó la necesidad de virtualizar la relación entre médico-paciente, "haciendo que muchas aplicaciones de salud incorporaran la telemedicina y el soporte remoto de enfermedades como valor añadido, permitiendo la interacción por chat o videollamada y el envío de información para la monitorización de enfermedades", destaca Sabaté. Las aplicaciones de salud que existen en el mercado básicamente se han enfocado "en el seguimiento de hábitos saludables, monitorización de enfermedades, control de medicación o diagnóstico por imagen", explica.
El gran reto de todas estas herramientas digitales radica en la interoperabilidad con las diversas plataformas de salud
El gran reto de todas estas herramientas digitales radica en la interoperabilidad con las diversas plataformas de salud. Es decir, la capacidad de los sistemas de datos y de los procedimientos a los que estos dan soporte de compartir información y conocimiento entre los distintos centros sanitarios. Así, detalla Sabaté, "nuestro registro médico se verá alimentado por las diversas interacciones que puede tener un paciente con diversos centros, especialistas, dispositivos médicos o wareables".
A su vez, el uso de estas herramientas digitales, explica Sabaté, "constituyen un reto de ciberseguridad por la naturaleza de la información que se maneja", por lo que "toda plataforma de salud debe considerar la implementación de medidas que cumplan con las diversas regulaciones y contrarresten los riesgos asociados al manejo de datos sensibles".
"España se encuentra en un momento clave para la digitalización en sanidad"
En este sentido, incide la directora de Salud de Accenture, "España se encuentra en un momento clave para la digitalización en sanidad". De hecho, el pasado mes de diciembre se publicó la Estrategia de Salud Digital del Sistema Nacional de Salud que supone un marco de referencia para el desarrollo de las iniciativas de digitalización en sanidad de manera coordinada.
Estrategia de salud digital
Este plan específico ha sido altamente demandado durante los últimos años por los profesionales sanitarios y fija las bases de una Estrategia de Salud Digital para el sistema sanitario español y que se articula en torno a la interoperabilidad; la Medicina 5P (Poblacional, Preventiva, Predictiva, Personalizada y Participativa); las bases de datos comunes y la innovación. Para cumplir estos objetivos, tanto el Ministerio de Sanitad como las Comunidades Autónomas colaborarán entre ellas para impulsar una digitalización equitativa.
El documento recoge también, entre otros puntos, la creación de una plataforma tecnológica de almacenamiento de datos, cuyo objetivo es proporcionar al Sistema Nacional de Salud (SNS) un sistema de información alineado con el área de acción del Programa Europeo Digital (DEP), por sus siglas en inglés, en sanidad, y construir un espacio común de datos europeos para "la adopción de tecnologías de IA", según desglosa el informe.
Se contempla la incorporación de Realidad Virtual, Aumentada y Mixta, así como laboratorios de impresión aditiva para el prototipo y series cortas de dispositivos sanitarios innovadores
De este modo se ofrecerá al conjunto del SNS (Ministerio de Sanidad, consejerías de sanidad, centros sanitarios, institutos de investigación y sociedades científicas) una plataforma tecnológica de almacenamiento masivo (Data lake y big data), tratamiento y análisis con capacidades digitales avanzadas para los datos procedentes de los sistemas de información del SNS y de otras fuentes, tanto clínicos como de gestión epidemiológico o de operaciones estadísticas relacionadas con la salud.
Esta plataforma de datos en la nube, señalan en el informe del Ministerio de Sanidad, "debe ser diseñada con criterios de interoperabilidad, capacidad de crecimiento, calidad, protección de datos, seguridad, trazabilidad y auditoría por parte de agentes propicios del SNS y externos (AEPD, CCN ...)", así como segmentación, de modo que permita a las CCAA y organismos asociados "contar con sus propios almacenes de datos y al SNS en su conjunto, disponer de datos agregados consolidados".
"El profesional sanitario espera que sea un elemento facilitador de la prestación, seguro y que le ayude en el diagnóstico y tratamiento del paciente"
Además, mediante la incorporación de tecnologías como el IoT (internet de las cosas) o el blockchain se busca mejorar la atención y la seguridad. Asimismo, se contempla la incorporación de Realidad Virtual, Aumentada y Mixta, así como laboratorios de impresión aditiva para el prototipo y series cortas de dispositivos sanitarios innovadores personalizados e incluso dispositivos robotizados manejados de manera remota. De esta manera, explica Bautista, "el profesional sanitario espera que sea un elemento facilitador de la prestación, seguro y que le ayude en el diagnóstico y tratamiento del paciente". Desde el punto de vista de las instituciones sanitarias, se espera un incremento en la eficiencia general del sistema y mayor seguridad tanto en la información como en la atención al paciente.
Todo esto sin olvidarnos de la brecha digital; no todos los usuarios de los servicios sanitarios ni sus profesionales tienen capacidades digitales por lo que otros canales deben mantenerse, además de facilitar el acceso a estos colectivos a las ventajas que supone el uso de las tecnologías.