En el año 2020, tremendamente marcado por la crisis de la COVID-19, una fábrica de Málaga produjo más de siete millones de batas protectoras y, en la actualidad, su capacidad de producción es de entre 35.000 y 40.000 batas diarias. "Debido al incremento de la demanda de materiales sanitarios a causa de la pandemia, en el Grupo Cardiva, a través de la planta de Cardivais situada en el Parque Tecnológico de Málaga, hemos aumentado nuestra capacidad de fabricación de batas y dispositivos quirúrgicos de un solo uso para garantizar el suministro a los profesionales de la salud y prevenir contagios", explica Ignacio Vega, presidente del Grupo Cardiva.
Este conglomerado empresarial lleva más de 30 años marcando el ritmo de la innovación en tecnología sanitaria desde España. "Nuestros esfuerzos son constantes y el compromiso con la actividad asistencial y la formación continuada de los profesionales sanitarios está en el corazón de todo el grupo", asegura su presidente.
Una de las corporaciones que lo forman, Cardivais, es la primera compañía española fabricante de cobertura quirúrgica de un solo uso para el sector hospitalario y tiene presencia en más de 50 países. Es el único fabricante de material sanitario de ámbito nacional que desarrolla todo el proceso, desde la compra de materias primas hasta el laminado, envasado y puesta en el mercado del producto terminado. Esto permite minimizar los riesgos ante posibles problemas de abastecimiento y cumplir con los estándares de calidad más exigentes.
"Nuestra responsabilidad de atender la demanda creciente de materiales de un solo uso para proteger a los sanitarios durante la pandemia ha motivado la implementación de líneas de elaboración de nuevas batas de protección con tejido propio fabricado en las instalaciones de la compañía en Málaga y Shanghái (China), con un efecto barrera que da seguridad al personal sanitario", detalla Vega.
Desde Bilbao a todo el mundo
Pero, ¿cómo empezó todo? El origen del grupo, y de donde toma el nombre, está en Cardiva, una compañía que nació en Bilbao en 1989 y que, hoy en día, es una de las primeras compañías en fabricación, importación y distribución de dispositivos médicos en España, Portugal e Italia. "Comercializamos y fabricamos una amplia gama de dispositivos médicos a escala mundial y colaboramos con los profesionales de la salud para proporcionar alternativas terapéuticas de alto rendimiento, que dan respuesta a las necesidades de los pacientes y reducen el coste de la asistencia sanitaria", indica Ignacio Vega.
Desde su nacimiento, la meta de Cardiva ha sido transformar vidas a través de soluciones médicas innovadoras que mejoran la salud de los pacientes de todo el mundo y favorecen la sostenibilidad de los sistemas sanitarios. Para ello, ha diversificado su negocio y se ha especializado en áreas clave del sector de la salud y de la tecnología sanitaria: Cirugía Cardiaca, Vascular y Endovascular; Cardiología Intervencionista; Neurorradiología; Dolor; Neuromodulación; Radiología Intervencionista y Oncología Intervencionista; Equipos y Sistemas de Información Clínica, y Clínica. Cardiva comercializa más de 4.000 productos que transforman la vida de unos 300.000 pacientes al año.
Cardiva transforma la vida de unos 300.000 pacientes al año
"Aportamos experiencia y solvencia, lo que permite a los profesionales sanitarios de distintas especialidades encontrar soluciones para tratar necesidades clínicas complejas. Además, la evolución de la facturación anual de la compañía evidencia nuestra consolidación en el mercado español de la distribución de dispositivos médicos, ya que el incremento se mantiene año tras año. De hecho, la facturación ha aumentado más de 11 millones de euros en los cuatro últimos años, hasta los 62,5 millones de euros en 2020", especifica Vega.
Innovación
Desde el año 2010, el Grupo Cardiva también se ha convertido en "líder mundial en el desarrollo, fabricación y comercialización de dispositivos médicos avanzados y terapias para el tratamiento de trastornos del sistema cardiovascular a través de iVascular, la única fábrica española con estas características", comenta su presidente. La empresa, que tiene sede en Barcelona, ha comercializado desde entonces 26 dispositivos cumpliendo con los más altos estándares de calidad. Los productos están presentes en hospitales de más de 70 países, gracias a una amplia red de distribución, con un gran conocimiento de los mercados locales para satisfacer las necesidades de cada usuario.
El ADN innovador del Grupo Cardiva también está presente en la última entidad que ha incorporado: Peaches Biotech, un grupo de investigación científica que trabaja para trasladar los últimos avances en medicina personalizada a la sociedad, a través del desarrollo de medicamentos biológicos y terapias avanzadas.
En definitiva, "la experiencia y el esfuerzo de Grupo Cardiva están puestos en impulsar iniciativas y productos que minimicen el impacto de enfermedades y procuren el bienestar de quienes siempre nos han preocupado y por quienes trabajamos: los profesionales sanitarios y pacientes", concluye Vega.