El acelerado ritmo de nuestras rutinas diarias amenaza a veces con alejarnos de una alimentación sana y equilibrada. No obstante, no se debe perder de vista que una nutrición correcta tiene efectos positivos directos sobre el organismo y nos ayuda a sentirnos mejor con nosotros mismos.
El bienestar a nivel físico es un tema que preocupa a la población, y son cada vez más las personas que investigan, buscan técnicas y dietas para lograr sus objetivos. La crisis sanitaria que vivimos en España por la pandemia del Coronavirus ha implicado un frenazo en seco en nuestro ritmo y estilo de vida.
A pesar de ello, los ritmos de vida actuales y la facilidad para acceder a ciertos alimentos que contribuyen a crear un ambiente obesogénico está provocando que la adherencia a nuestra dieta mediterránea en España sea más baja de lo recomendable.
Una dieta saludable debería proporcionarnos la cantidad correcta de energía, de alimentos y bebidas para mantener el equilibrio energético. Necesitamos calorías para llevar a cabo tareas cotidianas como caminar y movernos, pero también para todas las funciones del cuerpo en las que ni siquiera pensamos.
La forma más recomendable de lograr un buen estado nutricional es apostar por una gran variedad de alimentos en nuestra dieta. Al ingerir diferentes grupos de alimentos obtenemos nutrientes con funciones específicas, con el consiguiente impacto positivo y la Dieta Mediterránea es ideal para lograrlo ya que no excluye ningún producto. La base de esta dieta son las verduras, hortalizas, frutas, lácteos, legumbres y proteínas animales procedentes de pescados, mariscos y, en menor medida, carnes. Para cocinar, aceite de oliva virgen extra y entre horas un puñado de frutos secos.
Para cocinar, aceite de oliva virgen extra y entre horas, frutos secos
Un estudio de 2019 en la revista Nature Communications encontró que las personas que habitualmente consumían una mayor ingesta de alimentos ricos en flavonoides serie de metabolitos secundarios de las plantas, que se encuentran en varias frutas y verduras coloridas, como las manzanas y el brócoli, tenían una probabilidad reducida de morir por cáncer y enfermedades cardíacas. Además, cuanta más diversidad de productos alimenticios se consuman, es mucho mejor. El resultado final de una dieta rica en antioxidantes como flavonoides y polifenoles es probablemente un menor riesgo de enfermedades, incluyendo deterioro cognitivo, enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer. Un estudio de la Universidad Estatal de Colorado (EEUU) encontró que las mujeres que comieron una mayor diversidad de frutas y verduras, y a su vez una mayor gama de antioxidantes, experimentaron niveles más bajos de oxidación del ADN y envejecimiento acelerado, que aquellas que comieron una menor variedad de artículos del reino vegetal y, por lo tanto, una diversidad reducida de fitoquímicos elementos químicos que se encuentran en los alimentos de origen vegetal.

Productos "fake" vs. reales
La creciente población mundial está impulsando el crecimiento del mercado mundial de alimentos y alimentos procesados. Junto con la industria alimentaria, la de los alimentos para animales también está en una escala de crecimiento con productos innovadores. Estas industrias están impulsando el mercado global de estabilizadores enzimáticos. En general, las enzimas agregan valor nutricional a los productos, el producto con alto valor nutricional contiene estabilizador enzimático para mejorar el valor nutricional para mantener la vida útil y mejorar el sabor de los productos. Además, ya no es ciencia ficción crear carne a partir de células: un cosmonauta ruso lo hizo a bordo de la Estación Espacial Internacional, y es solo cuestión de tiempo antes de que estos productos lleguen a los supermercados. La primera hamburguesa diseñada con células madre de vaca fue hecha por Mark Post, un científico holandés de la Universidad de Maastricht, y presentada en 2013. Desde entonces, varias empresas se han introducido en este nicho de mercado.
Los "wearables" tienen potencial para apoyar a las personas en su dieta
Asimismo, los agricultores, por su parte, también se han movilizado para producir alimentos con una mayor conciencia de los insumos y las prácticas agrícolas para satisfacer la creciente importancia de la sostenibilidad. Este cambio se ejemplifica en el crecimiento de las certificaciones orgánicas, la creciente popularidad de las dietas basadas en plantas y el cambio de la leche a base de lácteos a alternativas como la avena, la soja y la leche de almendras. Los superalimentos fortalecen el sistema inmunológico y con ello previenen o mitigan el impacto de infecciones y enfermedades como el Covid-19. Con su consumo frecuente y con buenos hábitos de higiene se reducen las posibilidades de contagiarse de alguna enfermedad o se reducen al máximo sus efectos. Las semillas de chia, la maca andina, espirulina y chlorella, y granos antiguos como la quinoa, entre otros, son cada vez más populares y cada vez más fácil encontrarlos en tiendas y supermercados.
Las dietas sostenibles, aquellas con bajo impacto ambiental, que contribuyen a la seguridad alimentaria y nutricional y a la vida sana de las generaciones presentes y futuras, ganan presencia hoy día. Y, por ello, la transición hacia una agricultura y unos sistemas alimentarios más sostenibles requiere un enfoque multidimensional.
"Apps" nutricionales
El monitoreo de la ingesta de alimentos y nutrición se está digitalizando cada día más. Los wearables tienen potencial para apoyar a las personas en su dieta y estilo de vida sin tener que pasar una cantidad excesiva de tiempo simplemente escribiendo toda la comida consumida en una aplicación o cuaderno. La innovación alimentaria es el desarrollo y la mercantilización de nuevos productos, procesos y servicios alimentarios. De hecho, mirar el etiquetado se ha vuelto una tendencia. Contamos con algunas aplicaciones móviles como Yuka, El CoCo o MyRealFood que se han convertido en herramientas imprescindibles para quienes están preocupados por seguir una alimentación saludable. Todas cuentan con miles de usuarios y su utilización se ha popularizado en muy poco tiempo. También, la aplicación Runtastic Balance ofrece un asesoramiento personalizado, basado en datos personales y en objetivos.
Desde la OCU, indicadn que la mejor opción es que el sistema Nutriscore sea obligatorio en toda la Unión Europea. Solo de esa forma los usuarios estarían 100% informados, ya que los fabricantes serían quienes proporcionaran la información necesaria para valorar nutricionalmente un alimento, al fin y al cabo, son quienes mejor conocen sus productos.
Nooddle es una aplicación que pretende ayudar a cocinar. A diferencia de otras herramientas de recetas, Nooddle no se centra en platos elaboradísimos o estilos de comida exóticos, sino que su utilidad es que permite darle salida a esos alimentos que tenemos muertos de risa en la nevera. Por su parte, Foodvisor, una app de nutrición cuya principal cualidad es que es capaz de reconocer la comida que ponemos en nuestro plato haciendo una foto. Al analizar la imagen mediante algoritmos de inteligencia artificial nos informa de las propiedades nutricionales de lo que estamos comiendo.