
En medio de la actual crisis de salud pública, los usuarios se han ido acostumbrando paulatinamente a la idea de que recibir los productos sanitarios que necesitan en sus domicilios particulares es una forma de incrementar la seguridad en términos del control de la infección.
Entre la notificación del primer caso de Covid-19 en China y la declaración del estado de alarma en España transcurrieron tres meses. En el aire, la pregunta: ¿Hubo algún indicio de que estábamos a las puertas de la mayor pandemia de la historia reciente? La respuesta es sí.
En el ámbito de la distribución farmacéutica se constató una inusitada demanda, primero de mascarillas y luego de otros elementos de protección.
A finales de enero –la distribución hizo oficial este indicador el día 27, concretamente entre los días 22 y 24– las ventas de mascarillas habían aumentado un 330%. En sus primeros compases, esa anomalía en el consumo de elementos de protección tenía que ver con compras realizadas sobre todo por los ciudadanos de origen chino residentes en España.
A esas alturas del año, el Ministerio de Sanidad consideraba bajo –textualmente– el impacto que tendría para la salud pública la detección de un caso importado de infección por el nuevo coronavirus en nuestro país.
Lo que pasó a continuación es material de hemeroteca: en las farmacias empezaron a agotarse las existencias de material de protección. En la actualidad, la población valora, cada vez más, estos elementos de protección, sobre todo desde aquellos momentos en los cuales el confinamiento ha acabado para parte de los trabajadores. En medio de esta situación, la alta capacidad de la red de farmacia española ha destacado como punto de conexión fundamental con los pacientes, quienes acuden a los profesionales con sus preocupaciones e inquietudes.
Micro-consejos
La farmacia se ha revelado como un espacio esencial para hacer llegar a los ciudadanos pautas de higiene y protección en medio del caos informativo.
Esta labor se materializa en micro-consejos y constituye una lluvia fina necesaria para que cualquier campaña pública obtenga resultados aceptables, ahora más que nunca.
El valor de la farmacia como primera puerta de acceso de todos los ciudadanos, los pacientes y sus familias al mundo de la salud ha cobrado un protagonismo inusitado.
En Francia, las boticas se han incorporado al Plan Nacional de Salud para aumentar las inmunizaciones y conseguir una óptima adherencia a los tratamientos.
La farmacia es un espacio vivo en el cual el ciudadano acude con sus preguntas, intercambia información, resuelve dudas y adopta decisiones relativas a su salud.
En cada ámbito, esas inquietudes y preocupaciones pueden ser muy diferentes, un buen ejemplo de esto es la farmacia rural. El conocimiento de los profesionales de la farmacia es clave en este contexto.
Alemania ha implantado la realización masiva de pruebas de Covid-19
El 1 de abril, el Consejo de Europa emitía una importante Resolución en la cual insta a los estados a incluir a los farmacéuticos en el plan terapéutico de los pacientes para contribuir de forma eficaz a que se consigan los mejores resultados en salud.
Por otra parte, para muchos expertos, la actual crisis sanitaria que atraviesa Italia guarda una estrecha relación con el hecho de que el país cuenta con una de las poblaciones más envejecidas de toda la Unión Europea: 14 millones de italianos tienen más de 65 años, de un total de 62 millones de habitantes. Los mayores representan el 23% de la población total del país.
En España, el país con mayor esperanza de vida de la UE (hasta 83,24 años), la edad avanzada se asocia con enfermedad crónica y una elevada tasa de discapacidad. Esto supone una presión considerable sobre el sistema sanitario y un aumento de la demanda de cuidados a largo plazo. Casi el 70% de los españoles con más de 65 años padece al menos una enfermedad crónica.

Más de uno de cada cinco sufre alguna limitación que afecta a su actividad diaria. Son datos del Informe State of Health de la OCDE y el Observatorio Europeo de Sistemas Nacionales de Salud en la UE para 2019.
En esta situación demográfica, la farmacia podría facilitar las pruebas de Covid-19. En Alemania, la realización masiva de pruebas (500.000 semanales) ha sido uno de los motivos por los que las medidas de contención han tenido éxito.
En Portugal, el primer proyecto piloto para la vacunación en las oficinas de farmacia ha dado como resultado un incremento del 31,8% en la tasa de vacunación, contribuyendo de forma significativa a la protección de la salud pública.
Seguridad a domicilio
Paradójicamente, durante la pandemia, ha sido la situación de la población mayor y de las personas vulnerables la que ha puesto en evidencia la necesidad improrrogable de facilitar medicamentos a domicilio.
Se trata de una práctica bastante extendida en Reino Unido, sin precedentes en España. Una posibilidad que contempla la actual regulación es que sea el canal farmacia, la distribución farmacéutica de forma específica, el sector responsable de custodiar los medicamentos desde su origen hasta la dispensación, con garantías de su seguridad en términos de conservación y transporte. La conservación y la seguridad de los medicamentos deben estar en manos de profesionales para poder asegurar, particularmente en estos tiempos de crisis, el máximo respeto por los medicamentos como productos esenciales para la sociedad.
Inteligencia artificial
Desde China van llegando noticias sobre fórmulas de respuesta a la pandemia. Son modelos que en ocasiones, y dependiendo del contexto o de su valoración por parte de los profesionales, se pueden implantar en el Viejo Continente.
Un reciente artículo científico firmado por investigadores del Departamento de Radiología del Hospital Popular Huangpi de Wuhan expone cómo un modelo de Inteligencia Artificial basado puede servir para detectar casos de Covid-19 y distinguirlo de la neumonía común.
El sistema se ha utilizado extrayendo parámetros visuales a partir de imágenes en 3D y 2D de placas de tórax de pacientes sospechosos, a partir de las cuales se genera una predicción.
Es un tipo de tecnología que puede implantarse en establecimientos sanitarios independientemente de su tamaño.
El diagnóstico puede apoyarse en la Inteligencia Artificial
El gigante chino Alibaba ha desarrollado, a través de su filial Alibaba Cloud, una herramienta de diagnóstico con la cual aseguran que pueden detectarse casos de infección por el nuevo coronavirus. Su precisión –aseguran– es del 96% y lo único que requiere es el análisis de una placa de tórax. Este sistema únicamente requiere 20 segundos para arrojar un diagnóstico.
Ahora que los hospitales se encuentran en una situación crítica, este tipo de herramientas basadas en la inteligencia artificial pueden ser una forma de ahorrar tiempo, una de las cuestiones más urgentes para los profesionales. Además, su empleo podría facilitar la realización de la prueba en centros próximos al paciente.
Para un médico, el promedio de tiempo empleado en reconocer el virus en una radiografía normal de un paciente oscila entre los cinco y los diez minutos.
Lo que hemos aprendido durante la pandemia
1. Termómetro
Farmacia y distribución son un termómetro del consumo al que las Administraciones deberían prestar atención.
2. Parte del plan
Como ha recomendado el Consejo de Europa, la farmacia tiene que participar en el diseño del plan terapéutico de los pacientes.
3. Vulnerabilidad
En una España envejecida, el canal farmacia debe idear soluciones creativas para facilitar el cumplimiento de la terapia y promover la salud.
4. Seguridad
La distribución farmacéutica es el agente clave para que el medicamento llegue a domicilio en óptimas condiciones.
5. Vanguardia
Como punto de salud más accesible, en la farmacia pueden incorporarse nuevas tecnologías de diagnóstico para aliviar a hospitales y centros sanitarios.