
Los aranceles que Donald Trump quiere imponer mantienen vilo al sector sanitario. De momento, afectarán a los dispositivos médicos y componentes. Ante este escenario, la ministra de Sanidad, Mónica García, se reunió con la patronal de tecnología sanitaria, Fenin. Durante el encuentro, puso encima de la mesa incluir a las compañías de tecnología sanitaria en el plan de repuesta del Gobierno contra estos impuestos en función de cuál sea el impacto, según ha explicado hoy el secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, durante la presentación de un informe.
Tras tomar posesión como presidente de Estados Unidos, Donald Trump anunció aranceles que afectan a una amplia gama de industrias. Con esta situación, el Consejo de Ministros aprobó el real decreto con las medidas para hacer frente a los aranceles de Trump. El plan alcanza la cifra de 14.100 millones de euros en ayudas, de los que 7.400 serán de nueva financiación y 6.700 de instrumentos ya insistentes. Asimismo, esta normativa aún tiene que pasar por el Congreso de los Diputados.
El incremento de los costes que podrían suponer los aranceles supone un riesgo en el acceso de los pacientes a la tecnología sanitaria y podrían encarecer los productos. De hecho, las asociaciones europeas Medtech Europe y Cocir trasladaron a la Comisión Europea la preocupación por el riesgo de la aplicación de aranceles en la cadena de distribución y suministro del sector.
Volviendo a la reunión, Fenin indicó que compartiría información con el ministerio de Sanidad sobre la estimación del impacto que pueden tener los aranceles en la industria de Tecnología Sanitaria en España, a fin de valorar medidas concretas que minimicen su efecto. Desde la federación piden la desindexación de los contratos públicos y la prestación farmacéutica y ortoprotésica al IPC.
¿Afecta a la industria farmacéutica?
A principios de abril, Donald Trump anunció que la industria farmacéutica también estaría sometida a los aranceles. "Muy pronto anunciaremos un importante arancel sobre los productos farmacéuticos". Estos fueron las palabras del presidente de Estados Unidos.
El objetivo de esta medida es que los laboratorios fabriquen en Estados Unidos los productos que en la actualidad se tienen que importar. De hecho, ya ha habido varias compañías que han reforzado su inversión en el país americano.
Este es el caso de Lilly, que anunció un desembolso de 24.734 millones en la construcción de cuatro plantas para reforzar su producción nacional de medicamentos. Además, Johnson & Johnson elevará sus inversiones en fabricación, I+D y tecnología en el país a más de 48.510 millones durante los próximos cuatro años. Roche también destinará 43.500 millones de euros en los siguientes cinco años en sus divisiones Farmacéutica y Diagnóstica.
Los medicamentos son la principal importación estadounidense desde Europa. De hecho, en 2024 este mercado supuso para la Unión Europea 117.000 millones de euros. Cabe mencionar que España vende a Estados Unidos cerca de 515 millones en fármacos. De hecho, es el quinto producto más exportado a los mercados del país americano. Supone un 3,1% de dichas exportaciones.