El sistema circulatorio o aparato circulatorio, como bien todos sabemos, es el encargado de llevar la sangre a todos nuestros órganos y tejidos. Está integrado por el corazón, que es su órgano principal, y los vasos sanguíneos (que incluyen a arterias, venas y capilares).
En profundidad
En este contexto, conviene señalar que el corazón es el órgano muscular que está considerado como el centro del sistema circulatorio y su misión es la de distribuir la sangre con oxígeno y sin él por los vasos sanguíneos. Está situado en la cavidad torácica, entre los pulmones, es de forma cónica, con el vértice en la parte inferior e inclinado hacia la izquierda.
Más detalles
De forma individual, las arterias son las encargadas de transportar sangre oxigenada y nutrientes desde el corazón hasta los tejidos. Del ventrículo izquierdo sale la arteria principal del organismo llamada arteria aorta. En el ventrículo derecho nace la arteria pulmonar, la cual se divide en dos ramas cada una de ellas se dirige a un pulmón.
A su vez, las venas son conductos cuya función es transportar la sangre desoxigenada desde los capilares hacia el corazón. Sin embargo, hay venas que contienen sangre oxigenada, como son el caso de las venas pulmonares, que llevan sangre oxigenada desde los pulmones al corazón.
Por último, en los capilares sanguíneos es donde se realiza el intercambio de nutrientes y gases entre la sangre y los tejidos. Para conseguir que los vasos sanguíneos estén limpios, muchas personas se preguntan qué debemos hacer. Pues bien, lo principal es mantener un peso saludable, hacer ejercicio y llevar una alimentación equilibrada.
A tener en cuenta
Precisamente sobre este último apartado, hay dos frutas que destacan por encima del resto por ser las mejores para limpiar los vasos sanguíneos. Se trata de las fresas, que son ricas en vitamina C y mantienen las venas y las arterias saludables para que puedan ser más elásticas (principalmente para contraerse y dilatarse para que la sangre fluya).
Por si fuera poco, previenen la inflamación crónica, el daño oxidativo y sus compuestos reducen los niveles de colesterol en la sangre. Por otro lado, los arándanos aportan antioxidantes como las antocianinas, que reducen la inflamación en todas las arterias.