Durante las bodas, las fiestas y las reuniones familiares, el alcohol es un elemento muy cotidiano. Si se consume con cierta moderación, la realidad es que puede servir para relajarse y disfrutar de uno mismo y de los que nos rodea, sobre todo en periodos como la Navidad.
Ahora bien, un consumo excesivo y prolongado de alcohol puede tener varios efectos perjudiciales para el organismo y para el corazón. Incluso una sola 'sesión' de consumo excesivo puede ser perjudicial en algunos casos, aunque gran parte de la sociedad española quiera verlo de manera diferente.
A tener en cuenta
Según estudios científicos, el consumo de una sola bebida alcohólica puede aumentar la frecuencia cardíaca hasta en cinco pulsaciones por minuto durante el transcurso de seis horas. Y vamos más allá: tomar dos bebidas puede hacer que toda la frecuencia aumente todavía más durante un periodo de 24 horas.
¿Y cómo se podría explicar esto? Pues bien, por una disminución de la dilatación arterial, un aumento de la actividad del sistema nervioso y un incremento en la cantidad de sangre que pasa por el corazón por unidad de tiempo.
Más detalles
Pero esto no es todo. El abuso continuado de alcohol puede conllevar episodios de taquicardia, un aumento considerable del ritmo cardíaco debido a numerosos problemas en las señales eléctricas que producen los latidos del corazón. Y es que las complicaciones dependen mucho del estado de salud general, su frecuencia, su severidad y otros factores.
Por si fuera poco, algunas fuentes científicas evidencian que consumir más de cinco bebidas alcohólicas estándar de una sola sentada se asocia a un aumento de la presión arterial que va de 4 a 7 mmHg para la sistólica y de 4 a 6 mmHg para la diastólica.
Cabe destacar que tomar alcohol aumenta la presión arterial de forma transitoria, pero su abuso es un factor bastante desencadenante para que la condición se instaure de manera permanente.
