
El melocotón es una fruta con la pulpa carnosa con un hueso duro en el centro. Es normalmente amarillo con tonalidades rojizas, y está dividido por una hendidura que le da su forma característica. Contienen una mezcla de ambos tipos de fibra (con predominio de la insoluble), que mejora el tránsito intestinal, evitando el estreñimiento y protege frente al cáncer de colon y la enfermedad cardiovascular.
Además, aportan pequeñas cantidades de vitaminas, entre las que destaca la vitamina C y proporciones moderadas de carotenoides con actividad provitamínica A como alfa-caroteno, beta-caroteno y criptoxantina, y otros carotenoides sin esta actividad como luteína y zeaxantina. Su color se debe al beta-caroteno, un antioxidante que da un buen color a nuestra piel, y fortalece uñas, dientes y cabello. Este caroteno también mejora la salud de los ojos. En cuanto a los minerales, destaca su contenido en potasio.
Para elegir los melocotones en el supermercado, en fruterías u otros establecimientos es recomendable fijarse en un aspecto clave que pocos conocen: el color del tallo.
La regla del 'tallo marrón' para coger los mejores melocotones
- Si el tallo es verde indica que el melocotón ha sido recogido demasiado pronto y no estarán tan jugosos ni tan dulces.
- En cambio, si el tallo es marrón, significa que el melocotón se dejó madurar un poco más en el árbol antes de cogerlo. Siendo la mejor opción para elegir.
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