Salud Bienestar

La lactancia materna, una aliada contra el cáncer de mama: por cada 12 meses de amamantamiento el riesgo se reduce un 4%

  • La producción constante de leche disminuye las posibilidades de que la glándula funcione de forma anormal
  • El cáncer de mama es el más frecuente entre las mujeres en España
  • Los datos son esperanzadores en la detección precoz la supervencia del cáncer de mama a los 5 años es del 99%
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La lactancia es conocida entre muchas cosas por la protección inmunológica que ofrece al bebé, pero también debe ser conocida como un gran aliado en la lucha contra el cáncer, y es que según el Código Europeo contra el Cáncer, se estima que por cada 12 meses de lactancia se reduce el riesgo de padecer cáncer de mamá un 4%.

Pero este dato no es suficiente, la tasa de lactancia sigue siendo muy baja, a pesar de las indicaciones de la Organización Mundial de la Salud y de Unicef que recomiendan "que los bebés sean amamantados exclusivamente durante los primeros seis meses de vida, y después introducir alimentos complementarios nutricionalmente adecuados y seguros, mientras se continúa con la lactancia materna hasta los dos años de edad o más".

Susana Costa Pereira lo corrobora, actualmente es ginecóloga y obstetra en Quironsalud Clideba (Badajoz) y en Portugal, es licenciada en Medicina por la Universidad de Extremadura y especializada en ginecología en el hospital Virgen del Rocío (Sevilla), además cuenta con un máster en cirugía ginecológica mínimamente invasiva por CEU; en declaraciones a El Economista afirma que según el Instituto Nacional de Estadística la tasa de lactancia exclusiva a los 6 meses es del 28,53% y en lactancia mixta es el 18,42%, lo que hace un total del 46,95%, muy lejos de las recomendaciones de la OMS que recomienda una tasa de lactancia de al menos el 70%

Sobre los beneficios que la lactancia aporta a la prevención del cáncer de mamá, Susana Costa Pereira afirma que "los mecanismos por los cuales la lactancia reduce el riesgo es la disminución en la producción de estrógenos, bien por ciclos anovulatorios así como por mayor pérdida de peso corporal, porque disminuyendo la grasa corporal se reduce la producción de estrógenos por la misma". Además de esto, "influye la eliminación de los fluidos de la mamá y la excreción de carcinógenos". Porque "la producción constante de leche disminuye las posibilidades de que la glándula funcione de forma anormal. Y una mujer que amamanta suele tener una alimentación más cuidada y más saludable", destacó.

El cáncer de mama es el tumor más frecuente en las mujeres en España, supone alrededor del 30% de los tumores diagnosticados en mujeres. Susana Costa Pereira además afirma que "la incidencia va en aumento por varios motivos, como el aumento de la esperanza de vida", porque "el envejecimiento de la población hace más probable que aparezcan fallos en reparación del ADN"; además de esto "es muy influyente el sedentarismo y la obesidad, así como el consumo de alcohol y tabaco; la contaminación o el consumo excesivo de alimentos ultraprocesados, y por último la disminución de la natalidad y consecuente de la lactancia también tienen efecto secundario en esta incidencia".

De cara a la prevención, Costa Pereira destaca que aparte de estas recomendaciones que con conocidas como "alimentación saludable, evitar la obesidad, realizar ejercicio físico, evitar el consumo de alcohol y tabaco" hay que prestar mucha atención para promover "la lactancia y sobre todo la lactancia prolongada" puesto que se han demostrado que "tienen un efecto benéfico en la reducción del riesgo de padecer cáncer de mama". Por ello incidió en la necesidad de prolongar los permisos de maternidad "mínimos a los 6 meses".

Edad y diagnóstico

Actualmente hay una gran preocupación porque "la edad de diagnóstico es cada vez más temprana", al menos afirma que eso es lo que en su día a día observa más, por lo que incide en la necesidad de un diagnóstico precoz y por mantener unos hábitos de vida saludable.

Cáncer, embarazo y lactancia

A menudo no se piensa en que durante un embarazo o durante el periodo de lactancia, momentos felices para una mujer, pueda aparecer esta enfermedad; los cambios hormonales y fisiológicos hacen que el diagnostico en estas etapas sea más complicado.

Susana Costa Pereira destaca que el diagnóstico aquí "es todo un reto" porque "en muchas ocasiones los síntomas pasan desapercibidos o son dados como cambios fisiológicos, tanto por pacientes como por profesionales durante el embarazo".

Por lo que la tasa de detección también es algo menor que en cualquier otro momento de la vida de una mujer. Por ello, "una vez establecido, ante una sospecha, el equipo médico (oncología- cirugía mamaria y obstetrícia) propondrá el tratamiento adecuado en función del tiempo de gestación y del estadío de la enfermedad".

"En ocasiones, será necesario pautar tratamiento con quimioterapia durante la gestación, otras veces con cirugía, y tratamiento posterior al parto. En algunos casos, algunas pacientes pueden desear optar por interrumpir la gestación si la edad gestacional lo permite. En definitiva, el seguimiento y tratamiento debe ser manejado de forma multidisciplinar. Hay opciones de quimioterapia a partir del segundo trimestre y hasta la semana 35 aproximadamente, que no han demostrado teratogenicidad ni riesgo de muerte fetal", afirmó.

Asimismo afirmó que si el diagnóstico ocurre durante lactancia, "también suele ser difícil, pues muchas mastitis de repetición pueden enmascarar un cáncer de mama. El diagnóstico también puede ser más complejo y en ocasiones más tardío".

Pero en este caso, "el tratamiento sería igual que el que recibiría una mujer no lactante, y tiene que ir enfocado a la tipología del cáncer", pero en estos casos, "la lactancia se deberá suspender según el tratamiento indicado".

La situación actual arroja datos muy esperanzadores, la mejora del diagnóstico precoz, el seguimiento de lesiones precancerosas con las nuevas tecnologías  (mamografía digital o sistemas con inteligencia artificial) y el acceso en países desarrollados a mejores técnicas e innovadoras han permitido avanzar mucho en los tratamientos de esta enfermedad.

Según Susana Costa Pereira, los nuevos tratamientos a través de la inmunoterapia, la radioterapia intraoperativa y el tratamiento personalizado "mejoran el pronóstico general". Afirma que "la supervivencia a los 5 años está en torno al 83% de forma global, y en el 99% en el caso de enfermedad exclusivamente de la mama. Son cifras alentadoras, y hay que mantenerla en esta línea, intentando reducir la incidencia, a través de la prevención".

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