
Cuentan que el parto es el único lugar donde vas a encontrar al amor de tu vida, tanto es así que esta primera hora es "sagrada" para la conexión emocional y afectiva entre el bebé y la nueva mamá.
Es conocida como la hora de oro en la lactancia materna, la primera hora de vida del bebé aproximadamente, en este momento, el contacto piel con el piel y el inicio de la lactancia materna es fundamental para lograr un amamantamiento pleno y saludable. Es en estos momentos cuando la recién mamá experimenta una descarga de oxitocina, conocida como la hormona de la felicidad, y el bebé nace con un poderoso instinto de succión.
En este momento, si se deja al recién nacido sobre el abdomen de la madre, trepará hacia el pecho e iniciará la lactancia materna de una forma instintiva, natural y mamífera. También se puede colocar al bebé bajo el cuello de la madre para permitir que él propio vaya bajando y cabeceando hasta encontrar el pecho. En ambos casos, los bebés mamarán espontáneamente en unos 40 minutos de media.
Esta primera hora es muy importante en la instauración de la lactancia materna, el bebé nace en estado de alerta con los ojos abiertos y con una gran actividad, una vez que finaliza esta hora de oro o sagrada, el bebé y la mamá descansarán y estarán varias horas sin mamar, y si no se agarra al pecho en este tiempo, el agarre ya no será instintivo y natural. Durante los primeros días, es fundamental, colocar al bebé en el pecho en cada oportunidad que se tenga, cada vez que esté despierto y anticipándose a los signos de hambre. Así se estimulará la producción de leche y además se evitará una bajada de glucosa en el bebé, en estos días, tendrá a su disposición el calostro de la madre, un verdadero oro líquido para los recién nacidos, tanto para su alimentación como para su sistema inmunitario.
Un bebé que ha conseguido mamar por primera vez de forma instintiva y natural tiene muchas posibilidades de conseguir una buena instauración de la lactancia y de lograr un buen agarre boca-pezón, evitando así posible complicaciones en un futuro.
El contacto piel con piel tras el parto y la no separación es una de las mejores recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, no hay un tiempo de separación seguro, y en un parto natural y sin complicaciones, ningún procedimiento es imprescindible en este momento. El bebé pesará y medirá lo mismo una o dos horas más tarde, como afirma la organización Alba Lactancia.
Esta organización afirma que las madres y sus hijos no se han de separar al nacer "como no sea por una clara indicación médica, aunque la madre haya decidido no dar el pecho, y aunque el bebé haya venido al mundo mediante cesárea". Para ello en los hospitales hay que crear protocolos que supriman los retrasos rutinarios en iniciar contacto madre-hijo. Se han documentado casos de madres que han sufrido estrés post-traumático tras la separación de su hijo, especialmente si el parto ha sido instrumentalizado y manipulado, donde llegaron a temer por la vida suya o la de su bebé. Por ello, todas las recomendaciones en un parto natural y sin complicaciones es respetar esta hora donde se promueve la lactancia y se fomenta el apego entre el bebé y la mamá.
Beneficios de la "hora sagrada"
En esta hora, y con el contacto piel con piel, se previene la hipotermia del bebé, se promueve la lactancia materna tanto en partos naturales como en cesáreas, se reduce el estrés y ansiedad del bebé y la mamá, se fomenta el vínculo afectivo entre ambos, se contribuye a la estabilidad fisiológica del recién nacido, el contacto precoz piel con piel estabiliza la respiración y la oxigenación del bebe, mantiene sus niveles de glucemia, estabiliza la presión arterial, disminuye el llanto e incrementa el estado de alerta tranquila, disminuye los síntomas de depresión postparto y fortalece la autoestima de la madre.