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Ictus: unos minutos antes de la falta de sangre en el cerebro tu cuerpo te da estas señales

Escáner cerebral | Foto: iStock

Cada 14 minutos muere un paciente por un ictus en España, lo que la convierte este trastorno circulatorio en la segunda causa de muerte, primera entre las mujeres. Aproximadamente, cada año entre 120.000 y 130.000 personas se ven afectadas, de los que unos 80.000 fallecen o padecen una discapacidad.

En profundidad

En el mundo se estima afecta a más de 15 millones de personas. El término ictus, también conocido como accidente cerebrovascular o derrame, viene a sustituir a aquellos términos que han hecho historia en nuestro para referirse a la brusca obstrucción de un vaso sanguíneo cerebral (trombosis, embolia), a su rotura (derrame) o a ambas (apoplejía).

En concreto constituye un trastorno brusco de la circulación cerebral que altera la función de una determinada región del cerebro; se produce cuando se obstruye o se rompe uno de los vasos que suministra sangre al cerebro.

Actuar rápido

Actualmente, más de 300.000 españoles presentan alguna limitación en su capacidad funcional tras haber sufrido un ictus, de hecho sus consecuencias suponen la primera causa de dependencia en adultos en España. Déficits motores, sensitivos, visuales, alteración de la sensibilidad o trastornos del habla (afasia) son las secuelas estadísticamente más habituales en los pacientes que sobreviven a un ictus.

Estas secuelas pueden reducirse drásticamente si se actúa con urgencia, dentro de las primeras 4,5 horas; conociendo los síntomas con los que se presenta el ictus puede actuar se mucho más rápidamente, reduciendo los daños cerebrales y sus repercusiones. Por eso es importante que, ante la primera sospecha de ictus, llame al servicio de urgencias o acuda al hospital más cercano. Incluso si los síntomas desaparezcan a los pocos minutos, es necesario acudir rápidamente a un centro hospitalario porque puede ser un aviso de que algo más definitivo puede ocurrir en breve.

Señales de alarma

  • Pérdida brusca de movilidad o fuerza en media parte del cuerpo (cara, brazo, pierna).
  • Pérdida repentina de la capacidad para hablar, dificultad para expresarse y ser entendido.
  • Falta de sensibilidad (acorchamiento u hormigueo) en media parte del cuerpo(cara, brazo, pierna).
  • Dolor de cabeza súbito de intensidad inhabitual y sin causa aparente.
  • Sensación de vértigo, inestabilidad, desequilibrio y confusión repentina.
  • Pérdida de la visión (en uno o dos ojos), total o parcial, que aparece súbitamente.
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